Ecos #2

Capítulo 27: Confesiones en el aparcamiento

Es extraño no sentir el peso de Gala en mi barriga, es extraño tocar mi vientre y no notar sus pataditas, es extraño volver a ponerme ropa de mi talla...

Pero lo más extraño de todo, sin ninguna duda, es levantar la vista y verla en su cunita, dormida.

Tiene los ojos de Pablo, sin duda, pero la naricita es mía, y su pelo es oscuro, como el mío.

Acaricio su mejilla y abre los ojitos, sus preciosos ojitos.

Agarra uno de mis dedos entre su pequeña mano y sonrío, es la persona a la que más quiero, sin duda.

Pablo entra en la habitación y mira embelesado como acuno a la niña entre mis brazos.

—Buenos días...—Besa mi frente y acaricia a la niña.

—Hola... ¿Sabes cuándo podré salir del hospital? Quiero ir a casa.

—Venía a avisarte de que en un par de horas podrás irte. Tus cosas están preparadas, así que en cuanto te den el alta os llevaré a casa.

—Perfecto.—Miro a la niña—Ya se ha vuelto a dormir... Parece un lirón...

—Como su madre—Le doy un codazo y sonríe.

—Esto va a causar sensación entre tus fans y los periodistas...

—De hecho... Había varios fotógrafos en la puerta del hospital hace un rato, pero no creo que estén mucho rato.

—Mientras no me agobie está bien. ¿Sabes qué? Aunque esté muy feliz por crear una familia contigo y todo eso... Me hubiera gustado que las cosas fueran de otra manera.

—¿A qué te refieres?

—Bueno... Me hubiera gustado estar contigo cuando lo supe, me hubiera gustado habértelo contado yo, me hubiera gustado verte sonreír, abrazarme y besarme por lo feliz que te hacía la noticia... No sé, me hubiera gustado hacer las cosas bien por una vez.

—Eso no importa. No fueron las mejores condiciones, pero el resultado es lo que importa.

Sonrío.

—Vas a ser el mejor padre del mundo.

—Eso espero... Voy a arreglar los papeles del alta, nos iremos antes. Tú vístete mientras, te avisarán cuando esté todo.

—Vale.

—¡Te quiero!—Grita desde el pasillo.

Me pongo unos leggins y una sudadera de Pablo. No he recuperado mi figura totalmente y no quiero llevar nada demasiado apretado todavía.

Me siento en la cama y acuno a Gala mientras espero a Pablo.

~Narra Pablo~

—¿Todo listo?—Le pregunto al doctor.

—Todo listo.

Me acerco al micro y trato de calmarme. Todo tiene que ser perfecto.

~~~~~~~

—Tenemos un mensaje especial para una paciente que acaba de dar a luz, África Martín. Pedimos un poco de atención.

Cuando oigo mi nombre me sobresalto y escucho con atención.

¿Qué demonios...?

—África, soy Pablo. Solo quería decirte, para que todos lo sepan, que eres la persona más importante en mi vida, y que gracias a ti tengo el mayor regalo del mundo, a Gala. No puedo agradecerte lo mucho que me has dado, pero quiero intentarlo así que... ¿Podrías salir al aparcamiento, por favor? Tengo algo que quiero decirte.