Despierto y lo primero que oigo son pitidos, pequeños pitidos. Estoy cansada y me cuesta moverme.
Abro los ojos y veo paredes blancas y aparatos médicos al lado de la camilla en la que estoy tumbada.
Estoy en el hospital.
Lo ocurrido ayer me golpea de repente y noto que me falta el aire, y tengo un nudo en la garganta que no se va. No puede haber muerto, no puede ser verdad. Si Gala está muerta tendré que parirla por que ya llevo muchos meses de embarazo, y no sé si podría soportar eso.
No puedo perderla.
— ¿Jorge? ¿Alguien?—Grito con la voz entrecortada, intentando calmar la respiración.
Pero no es Jorge ni el médico el que entra.
Pablo.
Tiene ojeras bastante pronunciadas, es obvio que está muy cansado y que no ha dormido. ¿Ha venido hasta aquí y ha dejado sus compromisos por mí, por nosotras?
¿Acaso sigue existiendo un "nosotras"?
— ¿Estás bien? ¿Te duele? ¿Quieres algo? ¿Llamo al médico?
— ¿Cómo está?—Ignoro sus preguntas, ahora mismo no soy yo la que importa, sino ella. Si ella está bien da igual cómo me encuentre yo, es mi prioridad.
Se acerca a mí y acaricia mis mejillas.
— Gala está... está bien. Ha sido todo un susto pero tienes que descansar mucho a partir de ahora, no queremos que se repita.
Suelto el aire que estaba conteniendo y cierro los ojos hasta que mi respiración se vuelve normal.
— Tenía tanto miedo... pensé que la había perdido...
Sollozo
Pongo mis manos sobre las suyas.
— Lo sé, yo sentí lo mismo.
— Has venido... ¿No tenías una entrevista importante?
— Tú eres más importante que cualquier entrevista África, tenía que venir. No podía dejarte sola con todo esto, me necesitabas y yo no podía quedarme allí y poner una sonrisa.
— Gracias, por todo. No sé qué hubiera pasado si Gala...
— Shh, no pienses en eso ahora. Gala está bien y tú también, eso es lo que importa, no pienses en lo que podría haber pasado.
— ¿Dónde están los demás?
— Están fuera, se han quedado aquí a dormir.
Son un amor...
— ¿Puedes llamarles, porfi?
— Claro, ahora vienen.
Sale de la habitación y acaricio mi barriga. Una patada me asegura que Gala sigue ahí, viva y con energía, al parecer.
— ¿Cómo va nuestra preñada favorita?—Jorge sonríe y me abraza.
—Bien, un poco mareada, pero mucho mejor.
—Nos has dado un susto de muerte enana...
—Claro, porque esa era justo mi intención.—Digo con sarcasmo—Me has pillado.
Sonríe y Alba se acerca a mí, y me coge la mano.
—Prométeme que vas a cuidarte a partir de ahora, mucho. Todos te vamos a cuidar, vas a estar como una reina.
—Eso es tentador...
—Te queremos, y no queremos pasar otra noche como la que hemos pasado.
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Ecos #2
Fiksi PenggemarSegunda temporada de "Ecos" Todo ha cambiado. Ellos han cambiado. Las cosas no eran fáciles para ellos antes pero... ¿Desde cuándo les ha frenado eso? Un bebé viene en camino y va a cambiar sus vidas... La pregunta es... ¿Está preparada África para...