Capítulo 10: Habla con él y vuelve conmigo

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Me despierto y toco una espalda desnuda, sonrío y cuando me giro y veo que es Pablo el que está tumbado a mi lado mi sonrisa desaparece.

Oh no. No ha sido un sueño, ha ocurrido de verdad.

¿Cómo he podido hacerlo? ¡Le he puesto los cuernos a Aiden! Él no se merece esto, Pablo no merece esto... Soy una estúpida y me siento como una zorra.

Yo no soy de esas que engañan a sus novios, o al menos no lo era. Es cierto que no fui una santa en el pasado pero no tenía novio y no tenía compromisos.

Le he puesto los cuernos a mi novio con el padre de mi hija... Es demasiado surrealista.

¿Cómo se lo diré a Aiden? No puedo hacerlo, le destrozaría el corazón... Aunque al principio fuera un poco idiota me trata muy bien y no se merece que le haga daño.

-Pablo, arriba.-Le zarandeo hasta que acaba en el suelo.-Levántate.

-¡Auch! ¿Qué pasa?-Se queja pasándose la mano por su pelo revuelto.

Está tan mono y tan...

¡No! Esos pensamientos son los que me han hecho acabar así.

-¿¡No te acuerdas de lo que pasó?!-Grito

-Por dios, baja la voz, la cabeza me está matando. No grites. Y no, no recuerdo lo que pasó ayer.

-Por eso no te acuerdas, estabas borracho.

-¿Por qué te emborrachaste? Tú no sueles beber.

-¿Qué hago en pelotas?-Evade mi pregunta y pongo los ojos en blanco.

-¿De verdad tengo que explicártelo o ere capaz de imaginártelo tú solo?

La sombra de una sonrisa aparece en su boca pero se pone serio cuando ve mi cara triste y asustada.

-¿Y qué pasa por eso? No es la primera vez que nos acostamos.

-Joder Pablo, tengo novio, y no se merece esto.

-Pensé que no estabais juntos...

-Pues lo estamos, y le he puesto los cuernos, contigo. Te odio.

-Eh, no me eches a mí la culpa, tú estabas en pleno uso de tus facultades mentales cuando tú y yo... Bueno, ya sabes, yo estaba muy borracho. Y yo no tengo novia, no estoy comprometido con nadie. No he engañado a nadie, eres tú la que le ha puesto los cuernos.

Sollozo y Pablo se acerca a mí para intentar consolarme pero le lanzo un almohadón.

-Vete, por favor.-Susurro bajito

-Pero... Esto cambia las cosas África, habla con él y vuelve conmigo.

Abro los ojos y le miro sorprendida.

¿De verdad cree que haría eso?

-¡¿Qué?! ¡No! No voy a dejar a Aiden, y mucho menos a contarle esto.

-¿Prefieres que no sepa nada de lo que pasó?

-Exacto.

-¿Cómo puedes ser tan cínica? ¡Merece saber la verdad!

-¡Déjame! Ya me siento bastante mal joder, ¿tú sabes lo horrible que se siente esto? Yo le quiero...

-Ya, pero estoy harto de esto.

-¿A qué te refieres con eso?

-A que no puedes apartarme todo el tiempo y pretender que todo vaya bien. O lo tomas o lo dejas, no puedes tenerlo todo.

Ecos #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora