Apocalipsis.

"Demuestramelo"

"¿Ahora qué?" pensé.

Era idiota muy idiota, tenía que pensar rápido; si bebía estaría mintiendo -yo era virgen-. Y si me quedaba quieta pensaría que era una sosa.

Finalmente preferí sosa que no-virgen.

-¿Eres virgen, no?-dijo.

-Sí-asentí.

-No pasa nada-sonrío malicioso- Sigamos, yo nunca nunca he besado a nadie. -añadió.

Bebimos a la vez, mirandonos a los ojos. Pareció dibujar una sonrisa como si no se esperaba que bebiera.

A ver, soy virgen, no asexual.

El alcohol empezaba afectarme, perdía la agudez de los sentidos, la cabeza me pesaba.

-¿Te has besado alguna vez o estás mintiendo?-se burló.

-Yo nunca miento-dije.

-Demuestramelo-me retó.

¿Qué? ¿había oido bien? tal vez era por el alcohol. Decidí preguntarle por si acaso.

-¿Qué has dicho?-pregunté.

-Demuestramelo-repitió.

Vale, había oido bien. Ahora estaba confundida. Sus ojos pasaban a marrones de nuevo, no le dije nada al respecto.

-¿Cómo?-la cabeza me daba vueltas.

-Con los labios.

Mi cuerpo se estremeció al instante, ¿quería qué le besase? ¿o sería una estrategia para burlarse de mi? ¿cómo iba a fijarse alguien como él en algo como yo?

-Pe...Pero yo...-tartamudeé- No.-dije con seguridad.

Me hize la dura. No dejaría que Jake se aprovechara de mi.

-¿Por qué no? ¿entonces me has mentido?

-No, no te he mentido-se acercó a mi- yo...-cada vez estaba más cerca- nunca miento -lo tenía a 3cm de mi- yo...-suspiré y me dejé llevar.

Sus labios rozaron los míos con fuerza; algo dentro de mi se encedió, el calor picaba mis mejillas dandole un color rosado.

Sus labios eran fríos, fríos como el hielo. Enredó sus manos congeladas entre mi cabello y me apretó contra él de una forma pasional.

"Tiempo, detente por favor". Quería sentir su piel helada, y su aroma a donuts cerca de mi siempre.

Entonces se apartó, poco a poco, yo sufría y mi mente gritaba "Vuelve, ¡Vuelve!". Me miró con esos ojos marrones fijamente, intentando decirme algo sin necesidad de palabras. El mundo se detuvo mientrás le observaba con el pulso disparado.

No sé si aquello era amor, pero era lo más parecido que había sentido.