En un nanosegundo lo tenía delante de mi, completamente desnudo. Estos cavernícolas...con el frío que hace.
-Joder tío ¿qué c*ojones haces aquí?-pregunté tiritando de verle así-.
-Tengo hambre-su voz era grave.
Nea, era uno de los mios, ya sabes, un vampiro. Pero no uno cualquiera, uno de los viejos. Para los humanos un viejo era un tío de 80 años que no podía mantenerse en pie, para mi, y para nosotros un viejo era un tío que había caminando como un mono en taparrabos cazando mamuts entre dinosaurios y esas m*ierdas.
Lo concí hace cosa de unos 500 años o así. Y también estaba hambriento, pero no hasta ese punto. Aunque en el fondo podía entenderlo, yo mismo estaba muerto de hambre por culpa de el p*uto Apocalipsis que había matado a casi todos, por no decir todos los humanos de los que alimentarse.
Por lo menos yo me había merendado a un ciervo cuando me marché un rato de la cueva. La sangre de aquel bicho era asquerosa pero me sació lo suficiente como para no comerme a Anni, cosa que me atormentó todo el camino a la cueva hasta que la ví allí tumbada en el cesped rebosando tranquilidad. El simple hecho de que al acercarme a ella y leer sus pensamientos de que me echaba de menos, me liberó y me dí cuenta de que nunca me la zamparía por mucho hambre que tuviera.
-¡Joder, yo también tengo hambre! pero no sé que c*ojones tiene de delicioso comerse un pedazo de chapa metalica de camión-me burlé- tío esa dieta no mola, recuérdame de no ir a tu casa nunca a comer.
Él frunció el ceño y me miró fijamente.
-Eh, cabrón, ni se te ocurra intentar leerme la mente, ¿queda claro?- dije.
-No me hables así, pequeñín. -me dió un toque con la yema del dedo en el pecho.
-No entiendo como no te ha matado nadie en tantos años, eres muy arisco, ¿sabes?-finjí una mueca de tristeza- bueno, dime, ¿qué querías comerte?
Nea miró al cielo negro, evitando mi mirada.
Puesto a que decidió ignorarme, fruncí el ceño introduciendome en su vieja mente. "Tengo que comer, chica, perro, ahora. Olvidar que es chica de Jake, Nea ver en sus pensamientos eso, comer, ahora"
-¡Hijo de p*uta!-le di un empujón contra el coche y un perro empezó a la ladrar.
La ira se despertó en mi ante la idea de que aquel puto T-Rex quisiera comerse a Anni. No podría culparle si no supiera que sentía algo por ella, pero después de meterse en mi mente y ver que le conocía, siguió con las ganas de devorarla.
-Me la suda que tengas nosecuantos años-le susurré feroz al oido- Si te acercas a ella te mataré.
-Tienes suerte de que este demasiado hambriento como para luchar bien, pero no olvidos los años de práctica-escupió.
Lanzó un mordisco a mi hombro el cual esquivé por los pelos. El cabrón aun agotado era fuerte, pero no lo suficiente para mi.
-No olvides que soy uno de los mejores, T-Rex.- me burlé.
Acto seguido tenía mis colmillos clavados en su pecho, podía ver como la sangre salia a gorgotones. "Qué lastima que nos curamos rápido" pensé.
Aprovechando un despiste mío, Nea me propinó un puñetazo que me hizo salir despedido y caer encima del capo de un coche.
-Me cago en la puta-escupí sangre al suelo.
A unos metros de mi seguía Nea como si nada arañando la puerta.
Podía ser muy amigo mío, pero si abría esa jodida puerta y le tocaba un pelo a Anni, no había tierra lo suficientemente grande como para esconderse de mi.
Me abalanzé sobre él y lo tiré al suelo. Me subí encima suyo bloqueandole cualquier movimiento.
Con una de mis manos atrapé las suyas. Y la otra restante la utilicé para atraer mediante telequinesia una katana que había visto al aterrizar en el coche.
La katana apareció volando en la palma de mi mano y la sujeté con fuerza.
Sonreí con ganas y le mostré a la noche mis colmillos sangrientos.
-Ni se te ocurra ¿me oyes?, lárgate de aquí y comete un puto jabalí o un elefante-le coloqué la katana en el cuello- Esta vez no te mato, por dos simples razones; la primera es que estas tan débil que sabría a poco matar a un viejo de mierda como si fuera una mosca. La segunda es que sé que estas muerto de hambre y eres mi amigo, y espero que cuando te hayas alimentado y te vuelva a ver, en tu cabeza solo se pueda leer "Lo siento Jake"-aparté la katana y me levanté.
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Apocalipsis.
VampireAnni es una chica de 15 años que sufre un accidente cuando su padres discuten por sacarla de su ciudad y para su sopresa es rescatada por un chico algo extraño. ¿Amor, Humor, adolescentes, vampiros y el fin del mundo? Apocalipsis es tu historia.