"Demonios"

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Seguía sin creerlo, "¿de verdad he besado a semejante hombre?" no, no podía creerlo.

-Vale, ahora te creo.-se apartó de mi.

-Te lo dije, yo nunca miento.

-Todos mentimos, alguna vez.

Le dí el ultimo trago a mi vaso y lo dejé en el suelo. La cabeza me daba vueltas y vueltas.

-¿Por que me has besado? ¿has hecho alguna apuesta de tener que besar a la chica más fea o como va la cosa?

-Eso es un tópico americano Anni.

No me lo podía creer, había dicho Anni, que alguien le diera un premio a aquel muchacho.

-Entonces ¿por qué lo has hecho?

-Puestos a que esto parece un fin del mundo o algo así, si somos los unicos supervivientes tenemos que continuar la raza, por desgracia eres la unica mujer y creo que con Marco la cosa no iba a funcionar.

Estalló a carcajadas, ¿CÓMO IBA A ENFADARME CON ÉL? Me resultaba tan imposible como respirar debajo del agua.

-¿Veo que eres fan del sarcasmo no?-palpé el suelo con la mano en busca de una rama que tirarle, agarré una y la lanzé con la mala suerte de que por el otro extremo estaba en llamas- ¡MIERDA!

Me abalanzé sobre él para mirarle la mejilla donde le había dado, pero él se tapaba esa zona con la mano, juraría que pude ver que tenía una buena quemadura.

-Dejame ver, lo siento mucho de verdad, ¿Te he hecho mucho daño? no era mi intención -me eche a llorar.

-Hey tranquila, no me has dado, mira.

Aparto la mano de la cara dejando al descubierto la mejilla. Para mi sopresa estaba intacto. ¡ES IMPOSIBLE! había visto con mis propios ojos la horrible herida que tenía.

-No puede ser, te he visto, tenías una herida enorme y ahora a desaparecido...

Sus ojos se tornaron de un rojo sangre al instante. Tenía que estar viendo visiones.

-Tus...tus ojos son rojos...

Coloqué mi mano en su mejilla, la cual apartó de un manotazo. Apretó el puño. Y cuando volvió a mirarme eran verde esmeralda.

-Anni, creo que has bebido demasiado...

Pero yo no iba a dejar que me tomaran el pelo, ¡no estaba loca! Y tampoco era por el alcohol, por mucho alcohol que bebas no ves esa clase de cosas. Estaba harta de que me ocultara lo que sucedía, mis padres, mis amigos y ahora él.

-No estoy viendo alucinaciones, ¡¿vale?! -ahora era yo la furiosa- ¡Dime quién eres Jake! si es que realmente es tu nombre...¡pero lo más importante dime qué demonios eres!

Suspiró cabizbajo y empezó a reir descontroladamente, como un loco.

Abrazé a Marco que yacía dormido.

-No vas mal encaminada- sus ojos eran más rojos que el mismisimo infierno.

Seguía riendo a carcajadas.

-¿Qué?- dije asustada.

-Me has dicho "dime qué demonios eres" y tienes razón, soy lo que vosotros llamáis "demonio".

Apocalipsis.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora