Apocalipsis.

"Cambio de planes."

-¿No decías qué tú no dormías? -dijo absorviéndose los mocos.

-Sí, pero claro, ha aparecido Artemisa ella tan amable como siempre, y le he dicho "¡Hey guapa! ¿te importaría estrangularme para poder echar una buena siesta?"- después del -notable- sarcasmo, se levantó de tierra.

-Jake ¿qué se supone qué vamos hacer estos tres días? - Anni intentó cambiar de tema.

-Por ahora, volver a casa.

La adolescente emitió un gemido a la par que intentaba comprender como se había subido a las espaldas del chico.

El viento gélido le abofeteaba la cara por la velocidad a la que corría Jake.

Jamás había visto a un humano correr así.

"Es que él no es humano" Sí, también.

Cerró los ojos a toda prisa y presionó su frente en la espalda de su nuevo vehículo a dos patas.

-Así llegaremos antes.

"O moriremos antes"

Quiso añadir Anni, pero estaba demasiado ocupada en que su corazoncito no le saliera disparado por la boca. O su estómago. O otros fluidos corporales no muy bonitos.

Saliera lo que le saliera, Jake iba a tener que cambiarse de ropa si no llegaban pronto.

Los dioses estaban de su parte aquella noche; cuando la muchacha abrió los ojos se encontraba en su habitación.

Aunque la suerte no le sonrió tanto a él. Anni había cumplido la amenaza de soltar todo lo que llevaba dentro.

"Qué agcooo" remarcó una voz, cuyo origen desconocia.

O no. El comentario venía de Marco que observaba arrugando la nariz la espalda de mi conductor.

"¡SSSSSSSHT!"  le dijo Anni al can utilizando por primera vez el poder del tatuaje de idomas.

"Yu que tu zaldria curriendu de aqui"

Y eso hizo, arrastrando al pobre animal de por medio.

Salió de la habitación corriendo travesó el salón.

Allí estaba Nea agarrando a Zion con cara de asco...

¡¿Nea haciendo qué?!

¡RETROCEDAN!

Se paró en seco, y Marco salió por los aires para aterrizar en la cara del troglodita.

Acto seguido el subnormal en cuestión, guiado por jn acto reflejo de proteger su cara de culo, soltó lo que llevaba en la otra mano, es decir, Zion. Por suerte Marco fue más rápido y lo agarró antes de que su preciosa cara acariciara el suelo.

Las risas brotaron de sus gargantas descontroladamente.

-¡¿ANNI?! - "Se acabó la fiesta" . El chillido de Jake resonó por toda la casa. Y por todo el mundo. Incluso juraría haber escuchado a un muerto decir "¡¿Quién está dando gritos a estas horas?!".

- ¿Qué has hecho? -preguntó Nea con tono de "Me importa una mierda la razón, pero avisame si van a empezar a llover cuchillos para mover mi culo rápido."

No hizo falta contestación. Ver a Jake sacudiendo su camiseta llena de vómito con los ojos fuera de sus órbitas era una respuesta bastante gráfica.

Ya se sabe, "Un vómito vale más que mil palabras." Aunque no estaba segura de que el refrán fuera así.

-Lo siento...-logró decir Anni con un pequeño hilo de voz debido a las carcajadas.