Te buscaré, te encontraré y te mataré.

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Emma despertó tranquila como cualquier otra mañana en el departamento de la familia. Se levantó, fue al baño a asearse y luego fue al comedor aún en pijama.
-Hola, cariño- saludó su madre.
-Hola, mamá- respondió sentándose en su silla de siempre-. ¿Y papá con Neal?
-Tu padre fue al municipio y tu hermano salió temprano a correr.
Desde que Emma tenía uso de razón, su padre era el alcalde. Fue elegido muy joven y desde entonces ha ganado todas las reelecciones; mientras su madre se seguía ejerciendo como la maestra en el instituto.

-¿Qué hicieron ayer?- preguntó Mary Margaret tomando un sorbo de su vaso de jugo.
-¿Quienes?- dijo Emma, desprevenida.
-Graham y tu, claro- su madre soltó una pequeña risa.
-Solo tomamos helado y charlamos.
-Entiendo... Graham es un gran chico.
-Lo sé... Por cierto- comenzó Emma tomando un bocadillo de su emparedado-... Hoy vendrá a almorzar con nosotros, no hay problema, ¿verdad?
-No, claro que no. Es una excelente idea.
-Perfecto, gracias mamá- dijo levantándose y dejando un beso en la mejilla de su madre.

Lavó los platos sucios y se dispuso a ordenar su habitación. Luego de terminar con todo el aseo, fue a ducharse y tratar de relajarse. Salió de la ducha, se vistió y comenzó a ver películas. El lugar estaba solo, Neal había llegado a ducharse y arreglarse para volver a salir, dejando a Emma sola, eso no le importaba a la chica, siempre era igual, se había acostumbrado a la tranquilidad de su hogar solitario. Después de ver la segunda película, vio la hora: 14:00. Su madre le había dicho que llegaría a esa hora para comenzar a preparar la comida; Emma se levantó y comenzó a cocinar, si bien ella no era la mejor amiga de la cocina, hacía lo que podía y los resultados no provocaban que los comensales terminaran en urgencias... Aún.

-Hola, hija- dijo Mary Margaret entrando al departamento.
-Hola- saludó Emma mientras comenzaba a cocinar.
-Lasaña- dijo su madre al ver los ingredientes.
-Sí, creo que es una buena idea.
-Absolutamente.
Ambas estaban cocinando y riendo cuando llegó David y éste comenzó a reír al ver a su hija junto a su esposa lanzándole ingredientes la una a la otra en la cara.
-¡Chicas!- gritó David llamando la atención de ellas con un puñado de harina en su mano, al mirarle les lanzó la harina a ambas.
-¡Papá!- chilló Emma, provocando la risa de David y Mary.
Los tres seguían lanzándose cosas y riendo. David tomó a su hija y le facilitó a Mary tirarle el resto de la harina que quedaba mientras Emma gritaba y reía a la vez.
-¡Mamá! ¡Estaba lista!- seguía en brazos de su padre.
-¿Lista para qué?- preguntó David.
-Graham vendrá a almorzar- soltó su hija, provocando que su padre la bajara.
-¿Sí? -dijo David, arqueando una ceja y cruzando sus brazos.
-Sí, yo le invité- afirmó Emma.
-De acuerdo, Graham me agrada.
-Lo sé- dijo tranquila soltando una risa.
Luego los tres comenzaron a ordenar y limpiar rápidamente la cocina y fueron a ducharse nuevamente, Graham llegaría en solo unos minutos, y así fue.

-¡Voy! -gritó Emma al escuchar el timbre-. Hola, Graham- dijo al abrirle la puerta.
-Hola, señorita Nolan- respondió sonriente.
-Adelante- Emma se corrió para permitirle la entrada.
El joven entró junto a su novia y se dispuso a saludar a los padres de ella que estaban a unos metros.
-Buenas tardes, Señor y Señora Nolan dijo saludando a David y a Mary.
-Buenas tardes, Graham. Solo llámanos David y Mary Margaret- dijo el alcalde.
-De acuerdo, David- respondió soltando una risa.
-Bueno, pasemos a comer- dijo Mary.
-Claro - afirmó su esposo.
Los cuatro se fueron a sentar al comedor, David al lado de Mary Margaret y Graham al lado de Emma.
-Esto está muy delicioso- dijo Graham luego de probar la lasaña.
-La preparó Emma- respondió Mary mirando a su hija que se sonrojó un poco por el cumplido.
-No es nada, tu me has ayudado- se dirigió a su madre.
-Bueno, ¿Qué planeas estudiar, Graham? - preguntó David. "Oh no" pensó Emma "Aquí viene el cuestionario".
-En realidad, quiero ser policía- respondió.
-Oh.. Es una genial profesión, me agrada- dijo tomando un sorbo de su jugo.
-Sí, Graham- reafirmó Mary.
Siguieron conversando acerca del futuro, trivialidades, aficiones y cosas por el estilo, hasta que Graham y Emma pensaron que era el momento adecuado de hablar sobre su relación frente a David y Mary Margaret.
-Papá, Mamá... Nosotros queremos contarles algo importante.
-¿Qué ocurre Emma?- preguntó su madre esperando cualquier cosa.
-Bueno- comenzó Graham-... Yo quiero a su hija y quería saber si ustedes nos permitirían ser pareja- estaba nervioso.
-Sé que quizás piensen que es un poco apresurado, pero ambos nos conocemos desde que tenemos uso de razón y quiero que seamos felices, no estoy diciendo que nos vayamos a casar o algo por el estilo- seguía Emma-, sino que solo queremos disfrutar de nuestra juventud. ¿Qué piensan?
-Chicos...- comenzó Mary Margaret-, por supuesto que tienen nuestro consentimiento, nosotros también fuimos jóvenes y quisimos disfrutar y ser felices, ¿Cierto, David?- tomó la mano de su esposo.
-Mi esposa tiene razón. Eres un gran chico, Graham, pero te digo desde ahora que, si le haces algo a mi hija, te buscaré, te encontraré y te mataré- un nudo se formó en la garganta de Graham-, ¿De acuerdo?
-Claro, Señor, no tiene de qué preocuparse- afirmó el joven.
-Perfecto- dijo David.
-Gracias, papá- dijo Emma dedicándole una sonrisa-. Gracias, mamá- repitió la acción con Mary.
-No hay de qué, Chicos. Solo deben ser felices.
Luego continuaron hablando de diversos temas, entre ellos, trabajo, en el caso de Mary y David y de estudios, en caso de Emma y Graham. Terminaron de almorzar, ayudaron a limpiar y luego Emma y Graham salieron al centro comercial a comprar un regalo para Jefferson. Decidieron comprarle una polera manga corta luego de dar varias vueltas por tiendas.
-Creo que es la correcta- dijo Graham al ver la polera elegida por Emma.
-¿Seguro?
-Sí, Emm. Vamos, es Jeff, le va a gustar cualquier cosa.
-Tienes razón. Vamos.
Los chicos caminaron hasta la casa de Jeff, que no quedaba lejos de donde estaban. Era una de las ventajas de Storybrooke, el ser un pueblo pequeño permitía que todos vivieran relativamente cerca.
-¡Hola!- saludó Jeff abriéndoles la puerta a Emma y Graham.
-Felicidades, Jeff- saludó Emma entregándole el regalo y dandole un abrazo con su brazo libre, ya que su otra mano estaba tomada de la de Graham.
-Gracias, Emm- agradeció feliz.
-Feliz cumpleaños, amigo- felicitó Graham.
-Gracias, hermano- se saludaron con un abrazo-. Adelante, pasen.
Emma y Graham obedecieron y entraron felices, aún tomados de la mano.
-Al parecer, mi cumpleaños no es lo único que celebramos hoy- dijo observando las manos tomadas de sus amigos mientras entraban a la sala de estar donde se encontraban Abie, Neal, Anna, Bella, Killian, Robin y Regina. Emma y Graham sonrieron por el comentario y se miraron culpables.
-Sí, bueno... Emma y yo estamos juntos- dijo Graham a sus amigos.
Emma al ver a Killian sintió como su corazón dio un vuelco. Recordó la escena de ayer afuera de la heladería, sentía un dolor en el estomago de los nervios, "Vamos Emma, tu puedes... Estás con Graham ahora" pensó para calmarse.
-¡¿Qué?!- gritó Abie- ¿Por qué no me lo habéis dicho antes?- preguntó a su amiga.
-Porque ocurrió ayer, y prefería decírtelo en persona- respondió ella.
-Estás perdonada- afirmó Abie tranquila con una sonrisa.
-Felicidades, chicos- dijo Killian. "Golpe bajo" pesó Emma.
-Gracias, Killian- dijo Graham dedicándole una sonrisa.
Todos les felicitaron y luego se sentaron uno al lado del otro. Comenzaron a platicar de diferentes cosas.
-Y... Graham, ¿Cómo fue que le pediste a Emma que fuera tu novia?- preguntó Abie tomando un sorbo de su jugo.
-¿Puedo?- le preguntó él a su pareja y ella asintió-. Bueno, fuimos al centro comercial, tomamos helado y luego cuando nos íbamos, le dije si quería ser mi novia, entonces ella se tardó en responder y le dije que no era necesario que nos apuráramos y ella me interrumpió y dijo "Si quiero ser tu novia". Eso fue- dijo sonriéndole a Emma y ella le correspondió. Emma estaba muy agradecida de que Graham omitiera la parte en la que ella sale corriendo por ver a Jones besando a Milah.
-Que tiernos- dijo Abie sonriendo.
-Sí, hacen una linda pareja- afirmó Neal-. Por cierto, si le haces algo a mi hermana, te buscaré, te encontraré y te mataré- dijo imitando sin saberlo a su padre, lo que provocó la risa de Emma y Graham- ¿Qué?- preguntó.
-Tu padre me ha dicho lo mismo- respondió Graham.
-Bueno, de tal palo, tal astilla- esta vez habló Killian-. Yo diría lo mismo- todos le miraron-... Digo- se rasca la ojera por los nervios-... Si Emm fuera mi hija.
-Claro- dijo Robin riendo, lo cual Killian contestó con una mirada asesina.
-¿Y cómo va lo tuyo con Milah?- preguntó Regina de la nada. "La mataré" pensó Emma, lo que menos quería era escuchar lo feliz que es la persona que ella quiere con otra.
-Bueno...- comenzó Killian-.. En realidad, no lo se... Es solo que a veces peleamos mucho, es como si uno pusiera más de su parte en la relación que el otro. Espero que lo podamos arreglar- finalizó.
-Ojalá así sea- dijo Emma rompiendo su silencio.
-Gracias, Emm- Killian le dedicó una sonrisa.

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Oncers:
Espero que les esté gustando la historia, espero sus votos y comentarios. También las invito a leer mi otro fanfic de OUAT: "Tu eres mi final feliz". Muchas gracias.
-K.

Te necesito, ¿Y tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora