Nieve y más nieve.

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Después de avanzar unos segundos, me detuve al darme cuenta de que estaba comportándome como una completa estúpida al dejar a Jack de la nada. Debía hacer algo, no podía seguir así, Graham ya no estaba conmigo y Killian se fue a California y probablemente no lo vuelva a ver en años (si es que lo veo); necesitaba cambiar y seguir adelante con firmeza, tratar de rehacer mi vida, con nuevas personas en ella.

Dí un giro de 180º y fui a buscar a Foster, pero al volver a donde lo dejé, él ya no se encontraba ahí; no lo culpaba, lo había dejado de un momento para otro dos veces en el mismo día, no me sorprendería que pensara que estuviera loca. Decidí correr hasta donde había dejado su auto, algo me decía que probablemente lo encontraría ahí. Y así fue, yo estaba al otro lado de la acera cuando él estaba subiendo a su vehículo.

-¡Jack!- grité antes de que arrancara el automóvil.

Buscó con la mirada desde donde gritaban su nombre. Primero izquierda y luego a la derecha, pero los estudiantes que caminaban me tapaban. Comencé a abrirme paso entre las personas para llegar pronto hasta él, chocaba con todo el mundo, pedía disculpas cada cinco segundos frente a las quejas de todos. Volví a gritar su nombre y fue entonces cuando me vio y se bajó del vehículo.

-Sé que debes pensar que estoy loca- comencé a decirle cuando llegué a su lado-, y concuerdo contigo cien por ciento, no sé que me ocurre, pero desde que te conocí...- dudé por uno segundo- he estado actuando diferente... Simplemente no sé como reaccionar cuando estoy contigo.

No fue hasta que terminé de hablar que noté que todo lo que le dije probablemente no lo haya entendido, ¿la razón? cuando estoy nerviosa hablo demasiado rápido para mi gusto. Su rostro al principio mostró un poco de confusión, pero al cabo de un instante, su clásica y perfecta sonrisa se hizo notar.

-¿No has pensado en hablar ruso?- bromeó (ellos hablan muy rápido), solté una leve risa.

-No, de hecho no- dije siguiéndole la corriente.

-Creo que serías excelente, en especial si te pones nerviosa- provocó que me ruborizara.

-Muy divertido, ¿verdad?- dije alzando mi ceja izquierda-. Yo que quería enmendar mi error, pero te burlas de mi.

-Así que "enmendar"...- hizo las comillas con sus dedos- ¿Qué tenías en mente?

-Mmm...¿Aceptar que me equivoqué?

-Swan, permíteme decirte que eso no es enmendar, eso es reconocer.

-Entonces, Señor experto, ¿cómo puedo restituir mi error?- pregunté con tono de broma.

-No lo sé- dijo alzando sus hombros-, algo se me ocurrirá.

-De acuerdo, cuando sepas, envíame un mensaje. Adiós- dije dándome la vuelta para volver a mi dormitorio.

-Nos vemos, Swan- escuché que decía a lo lejos.

Me sentía más tranquila al haberme disculpado con Jack y que no se hubiera molestado por mi infantil actitud. Al llegar a mi cuarto, Dana estaba desempacando sus cosas y acomodando todo en el dormitorio.

-¿Qué tal tu cita?- preguntó mientras doblaba una blusa y la dejaba en su armario.

-Todo salió genial- comenté mientras dejaba mi bolso y me recostaba en mi cama.

-¡Qué genial! ¿Desde hace cuánto son novios?

-No somos novios- comenté divertida.

-Pero a él le gustas- comentó ella de la misma forma.

-¿Qué te hace pensar eso?- pregunté alzándome un poco para mirarle.

-Lo clásico: la manera en como te mira. Sus pupilas se dilatan y sus ojos brillan cuando te ve- comentó tranquilamente.

Te necesito, ¿Y tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora