Cuídala

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Los minutos se sentían eternos, solo veían pasar a enfermeros y doctores sin entregarles información. El señor Humbert mantenía abrazada a su esposa, mientras Emma y Killian estaban sentados el uno al lado del otro y él tenía su brazo en los hombros de la chica, todos en completo silencio. Ambos habían llamado a sus hogares para informar lo sucedido, ya que no sabían hasta que hora se quedarían ahí.

-¿La familia de Graham Humbert?- preguntó un enfermero sacando a todos de sus pensamientos y levantándose a la vez.

-Somos nosotros- respondió el Señor Humbert-. ¿Cómo está mi hijo?

-Se está recuperando, ya ha despertado. Pueden pasar a verlo de a uno- todos suspiraron.

-Muchas gracias- el enfermero asintió y se retiró.

-Vamos, cariño, entra- le dijo el Señor Humbert a su esposa, ella asintió, comenzó a caminar, pero se detuvo- ¿Ocurre algo?

-Emma- miró a la joven que estaba de pie junto a Killian-, entra tu primero- dijo amablemente.

-No- se negó-, no puedo aceptarlo, entre usted.

-Él querrá verte- afirmó dulcemente-. Ve, por favor- Emma asintió y se puso en marcha.

Los nervios la invadían, no sabía como reaccionaría Graham, o si quiera como ella misma reaccionaría. Antes de que Graham se desmayara, él había terminado con ella y quizás no la quería ver. Abrió la puerta de la habitación lentamente, tomando un gran sorbo de aire.

-Hola- saludó en voz baja.

-Emma...- susurró al verla, él también estaba nervioso, a estas alturas, Emma ya debería conocer la verdad.

-Escucha- comenzó-... Sé que cortaste conmigo y también sé que es por tu enfermedad..

-Cáncer- corrigió interrumpiendo.

-Sí, pero no me interrumpas- protestó-. A lo que voy con esto, es que no me vas a alejar, quieras o no. Yo te quiero acompañar en esto- dijo acercándose a él y tomando su mano.

-No tengo cura, Emma- dijo conteniendo las lágrimas.

-¿Qué?- susurró sorprendida.

-El cáncer se ha expandido mucho, es solo cuestión de tiempo y...

-No- interrumpió-. Está la quimioterapia, radiación...

-Solo lo retrasaría un poco, pero nada más- ésta vez soltó un lágrima.

-Te acompañaré... Siempre- cayó en llanto.

-Emma, no quiero verte sufrir- acarició la mano de la chica.

-No lo harás, seré fuerte como tu- le dedicó una pequeña sonrisa.

-Te quiero, ¿Lo sabes?-dijo correspondiendo la sonrisa.

-Lo sé, y yo a ti... Bueno- cambió el tema- tus padres quieren verte y... -dudó- Killian también.

-¿Killian?- preguntó un tanto sorprendido.

-Sí, él me ayudó cuando te desmayaste.

-Bueno, dile que quiero verle por favor.

-De acuerdo, luego nos vemos- dijo despidiéndose con un beso en la frente de Graham.

Salió de la habitación más tranquila y se dirigió hasta quienes le esperaban, al verla se levantaron de sus asientos.

-¿Cómo se encuentra?- preguntó Killian acercándose a Emma, al igual que los padres del joven.

Te necesito, ¿Y tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora