La Boxeadora

Capítulo 1

Despierto bañada en sudor, temblando, todo por culpa de esa maldita pesadilla, pesadilla que tengo grabada en mi memoria desde los 10 años de edad.

Una y otra vez revivo la muerte de mi padre, como si fuese la primera vez, despertando siempre con la garganta adolorida a causa de los gritos de agonía de la imagen, recordando toda la situación.

Aún es noche cerrada cuando miro a través de mi ventana, la luna resplandece como nunca, miro mi reloj despertador, son las dos de la madrugada.

Bajo a la cocina, como ya es costumbre, preparándome una infusión para poder seguir durmiendo, ya que se que si no me la tomo no pegaré ojo, es lunes así que debo acudir a la Universidad, no solo porque debo, sino porqué tengo examen, no puedo permitirme faltar ni mucho menos suspender pues el profesor de esa asignatura es no solo exigente, sino repugnante al habla.

No recuerdo mucho después de tomarme la infusión y marcharme a mi habitación, supongo que hizo efecto casi al momento, despierto con la alarma del despertador son las 6:00 am, comienzo mi rutina de cada mañana entrenar, ducharme, vestirme e irme a clase.

Llego temprano como siempre a la Universidad, ese lugar está lleno de hipócritas, las populares son unas plásticas, del equipo de animadoras y los chicos son todos los del equipo de fútbol, luego están los nerds estos se dividen en los que son maltratados por el grupo de populares y los que se esconden, haciéndose pasar por algo que no son, sólo por caer bien.

Sólo hay un 10% pertenecientes ha este sitio que son gente en quien confiar.

Por último después de todos estos personajes, me encuentro yo, mi nombre es Alexandra Lennin, la chica más temida de toda esta institución, se han esparcido tantos rumores sobre mí:

Los ciertos que son: mi madre está en una clínica psiquiátrica, mi padre fue asesinado y que me echaron del colegio a los 10 por pegar a los que se metían conmigo y mi familia.

Las mentiras que son: vendo y consumó drogas, que soy puta, o incluso asesina. Nada de esto es verdad, mi realidad es otra muy diferente.

Mi realidad es que desde los 11 años peleo en peleas ilegales, con lo cual empecé a ganar dinero para pagar la recuperación de mi madre. O eso hice durante 2 años, hasta que en una de las peleas la policía organizó una redada, arrestando a muchísimas personas que había ahí, entre las cuales me encontraba yo.

Nadie había podido dar conmigo durante ese tiempo, vivía como una huérfana de la calle y la gente de la organización de las peleas mantenían oculto todo.

En aquel entonces aún no había desarrollado mi fuerza y capacidad por lo cual fui un mapa de golpes, moratones e incluso heridas profundas.

Pero la incredulidad de la policía no era por mi estado lamentable, no, su sorpresa era saber que esa niña era nada mas y nada menos la hija del oficial más activo de la ciudad que murió asesinado estuviera metida en esto.

Poco tiempo después el que fue el mejor amigo de mi padre, empezó ha cuidar de mi, su nombre James Fuller, es un hombre muy bueno que junto ha su esposa está ahí apoyándome siempre, como lo estaría haciendo mi pare si estuviese vivo y mi madre si estuviese en plenas facultades mentales.

Debéis estaros preguntando, ¿Si estas bajo tutoría de un policía como has vuelto a las peleas ilegales?

Pues la respuesta es muy sencilla, veréis fue desde el momento que James empezó a cuidarme, a la oficina llego toda la información que tenía mi padre sobre el último caso que estaba llevando, resultó que precisamente el caso tenía que ver con todo el tema de las peleas ilegales, el lugar donde el estuvo infiltrado, resultó ser el mismo donde yo empecé a pelear, donde se realizó la redada y me encontraron, al saber que las peleas volvían ha estar activas, ellos me dieron la oportunidad de estar infiltrada, para terminar lo que mi padre empezó, para así dar con la clave, terminando así su trabajo, como resolviendo quien fue el que lo mando matar.

Obviamente yo acepte sin dudar, desde aquel día estoy en ese lugar como boxeadora, pero nadie se imagina que estoy infiltrada por los policías, ya que creen que yo soy un alma en pena que está sola y que no podrá salir de esta mierda.

Tuve que demostrarlo en cuanto me admitieron mas tarde, pues por una temporada siguieron mis pasos y mis conversaciones, con todo el mundo. Como en aquel entonces seguía sin hablar mucho me creyeron, sin imaginar que todo lo que veía o me parecía de interés lo fui apuntando en una libreta en casa.

Hasta el día de hoy he descubierto paso por paso lo que descubrió mi padre, pero lo último que el descubrió es indescifrable, llevo años tratando de dar con algo que me ayude ha descifrar en esa pista, las cuales son las palabras "No me olvides"

Tantos significados que puede tener esto, me repito que puede ser, repaso siempre paso por paso todo y siempre me estanco ahí, la rabia muchas veces se apodera de mi. Solo busco atar cabos, para dar con la forma de acabar con esto y tener paz.