Desde el lunes esperaba que Aiden se arrepintiera y cancelara pero no fue así.
Pase toda la semana con los nervios de punta, no quería salir en una cita con este tipo y ahora que lo pienso ¡Dios mío! mi primera cita y es con un mujeriego ¿podría ser peor?
Para que pensé en eso, claro que fue peor.
Cuando el lunes llegué a casa con una cara de impresión que no podía con ella, Nadine se preocupo y al decirle que el viernes tenía una cita se volvió loca.
Tuve que aguantar una tarde de compras compulsivas de su parte.
Así que me veo ahora mismo vestida con un vestido, YO que nunca me pongo vestidos. No son de mi agrado pero Nadine dijo:
- Es una cita y debes vestir con un vestido al menos una vez.
- Pero no me gusta.
Me fulmino con la mirada y he de decir que da miedo cuando se enfada así que accedí sin más a ponerme eso.
Así que hoy viernes aquí estoy vestida y maquillada por ella que tiene la emoción en todo el cuerpo.
Yo sin embargo estoy de los nervios, porque tuve que aceptar, a si para que nadie sepa que soy boxeadora ilegal en la universidad.
Llega la hora, tocan al timbre. Nadine sale disparada a abrir.
- Buenas tardes señora, soy Aiden ¿puede salir Alex por favor?
- Buenas tardes Aiden, no me llames señora llámame Nadine, Alex ahora sale.
Me dirijo a la puerta, viendo como Aiden me mira de arriba abajo y yo me muero de la vergüenza, he de decir que él no va nada mal.
Pero que estoy diciendo quita esas estúpidas ideas de tu cabeza Alexandra y encima como te ibas a fijar en un tipo tan mujeriego, dios definitivamente ¡¡no!!
- Alex estas guapísima.
- Si ya, ya vámonos.
Lo saque tan rápido que creo que casi tropezamos y caemos.
Cuando estábamos dentro de su coche y arrancaba le pregunté:
- ¿Dónde vamos?
- ¿Qué te parece si vamos a tomar un café, hablamos y después damos una vuelta por el parque te parece?
- wouu no sabía que el señor mujeriego podía pensar con la cabeza y no con su parte íntima jajaja
- eso duele cariño, soy un romántico sensible.
-aja lo que tu digas, es un buen plan, pero una cosa, NO me llames cariño.
- Bueno, no te llamare así pero te debes acostumbrar porque cuando seas mi novia te diré por muchos motes cariñosos.
- No voy a ser tu novia.
- si lo vas a ser.
Y así comenzó mi cita, pero no me imagine lo bien que me lo pasaría después.
ESTÁS LEYENDO
La Boxeadora
RomanceMi felicidad terminó a la edad de 10 años, mas concretamente, el día que murió mi padre. Te preguntarás el ¿Por qué? Muy simple, un delincuente miserable e infame asesinó a mi padre, estando mi madre y yo en casa. Aquel día no solo perdí a mi padre...