Capítulo 3

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Desde aquel día han pasado dos semanas, las que han resultado peor que horrorosas, el imbécil del nuevo no para de tocarme las narices, se la pasa siguiéndome y en las clases que coincidimos se sienta a mi lado.

Siempre me mira con esos ojos grises que me da la sensación que sabe cada uno de mis pensamientos.

Todas las "putitas" me miran con odio, repulsión porque este chico Aiden, el nuevo, el mujeriego, me sigue a mi, sin embargo a ellas no les hace ni el mero caso.

Tengo preocupaciones muchísimo mas importantes que atender que darle coba a esa envidia y celos estúpidos que me tienen.

No he tenido pelea en dos semanas, pero por lo que me han informado, de golpe y porrazo han vuelto a programarlas, haciendo que este fin de semana el sábado compita contra una chica que le dicen "Luna Sangrienta" se dice que pelea muy fuerte, que sus golpes pueden llegar a dejar inconsciente. 

Mi sobre nombre es "Loba Blanca" nunca entendí el porque me nombraron así tampoco es que me importe.

En el ring dejo escapar mi rabia contenida, pero no soy una bestia, bueno al menos ahora no, antes de encontrar el apoyo que me encubre, cuando me metí en esto sin saber como tenía que pelear, en el ring era peligrosa porque mis golpes iban siempre a zona para que sangraran y dejarlos medio muertos.

Eso no era bueno porque después me arrepentía, pero cambie gracias a dios.

Lucas está pendiente de avisar a todos de la pelea, me advierte de que tenga cuidado, etc. Siempre está muy pendiente de mi.

A veces me ha venido a buscar a la Universidad haciendo que todas las zorras se le tiran encima, pero no les hace caso, con la educación que le precede las deja devastadas, enfurruñadas por no conseguir lo que querían, eso para mi es bueno, porque así no debo aguantar ni contar mi secreto a ninguna de ellas, aunque muchos los he distinguido allí como admiradores pero no me reconocen.

No estoy celosa, porque simplemente no estoy enamorada ni siento nada de eso, pero le tengo cariño como si fuese mi hermano y no voy a dejar que unas tipas zorras o putas, lo engatusen y le hagan daño.

Hoy, es viernes, cuando salgo de clase  voy al cementerio, quiero visitar a papá, mientras camino, siento que me observan, miro hacia todos lados pero no veo a nadie.

Todo el camino siento como me siguen pero cuando me giro no hay nadie, estoy empezando a pensar que estoy loca.

Llego al cementerio, me dirijo al lugar especifico frente a la tumba de papá, me arrodille, no puedo evitar llorar.

- Papá ha pasado tiempo de no venir, lo siento mucho. Mamá sigue igual, desde que tu te fuiste ella como te cuento siempre está mal.

Paro y respiro profundamente y evitar llorar más.

- Ojalá estuvieses aquí, el chico nuevo que llego a la universidad, ¡es un grano en el trasero! No me deja tranquila, no sabes la paciencia que tengo que cargarme, James me dice que no me preocupe por ello, que en algún momento parará, mientras Nadine, solo me mira ilusionada como si quisiese que pasara algo entre él y yo, ya sabes que la esposa de tu mejor amigo es una romántica empedernida. - intento sonreír.

- Mañana tengo una pelea por fin después de varios días, sé que me cuidas desde arriba, pero te extraño tanto, me gustaría que estuvieses aquí, cuidando de nosotras como siempre, divertido y haciendo bromas.

Me estoy un rato apoyada al lado de su lápida hablándole como si estuviese ahí, el tiempo pasa dándome cuenta que se hace tarde, debo ir a entrenar.

- Bueno debo dejarte papá, debo ir a practicar. Hasta pronto, volveré pronto.

Me doy un beso en la palma de la mano, haciendo que después la ponga sobre su lápida.

Cuando empiezo a marcharme he limpiado todas mis lágrimas. Sin embargo tengo un mal presentimiento, algo pasara pronto, no precisamente bueno.

La BoxeadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora