Despedida con sabor a AmorMarcharse no iba a ser tan doloroso como esperaba en un primer momento.
Ni siquiera me despedí de mis compañeros, o de mis profesores.
Si mi madre no hubiese insistido, tampoco me habría despedido de Hugo...
Eso si que había sido duro.
Fuimos a su casa, pues mi madre y la suya son amigas desde el instituto (lo que es, probablemente, el motivo por el que Hugo y yo nos hicimos amigos en un primer momento) y se marcharon a dar una vuelta.
Mientras que Hugo y yo subimos a su cuarto.
Había estado contadas veces en el cuarto de mi mejor amigo.
Básicamente por que la mayor parte del tiempo lo pasaba él en el mío.
Pero, desde la última vez que lo había visto, había cambiado bastante.
Las paredes estaban ahora pintadas de un gris metálico, y las cubrían estanterías repletas de novelas, comics y libros de poesía.
Era una faceta de Hugo que conocía solo superficialmente.
Y que, siendo sincero, me encantaba.
También había una pared dedicada a las fotos, y que, por el contenido de las mismas, habría empezado a colgar hace poco.
Habían muchas con Raquel.
La mayoría.
Pero habían otras tantas conmigo
Fotos que ni recordaba haberme hecho.
Como una del primer día de frío del año, cuando habíamos tenido la brillante idea de subir hasta un mirador en plena nevada.
Y había valido la pena ver los edificios cubiertos del polvo blanco.O la del día que nos perdimos en el centro de la ciudad, y un perro callejero nos seguía allá donde íbamos.
También habían fotos de viajes en metro, fotos de tardes en mi cuarto, y de excursiones con el instituto.Estaba nuestro último año, un año que no terminaría con él.
Justo cuando se ponía interesante.—Me voy, Hugo.
—¿Qué? ¿Ya? Pero si acabáis de llegar.
—Me refiero a que me voy de la ciudad, a casa de mi tío.
—Oh, bueno, pensaba que tardarias un par de días mas en irte, normalmente pasamos la nochebuena juntos. Pero, tranquilo, la familia tiene esas cosas... Nos veremos en año nuevo.
En su voz había un ansía nerviosa, como si quisiera avanzar rápidamente a otro tema. O como si no quisiera entender que era lo que realmente intentaba decir.
—Hugo, yo... Es por el trabajo de mi madre. Terminaré el curso en otro instituto. Dejamos la ciudad.
La sonrisa con la que me había hablado desapareció, y su cuerpo, próximo al mio, se tensó.
—¿Qué? Pero, así tan de repente? No puedes irte ahora Ry. No ahora qué...
—Yo tampoco quiero irme. Ya no.
—Pues quedate. Puedes vivir conmigo.
—Sabes que no puedo, Hugo.
Habíamos bajado el tono de la conversación poco a poco. Y las últimas frases eran a penas susurros.
—Pero yo te quiero, Ry...-dijo con un hilo de voz.
—Y yo también, Hugo. Pero tengo que irme.
Me dispuse a apartarme de él. Hacerlo todo más fácil. No nos serviría de nada continuar lo que acabábamos de comenzar.
Pero Hugo no opinaba lo mismo.Estiro de mi brazo para acercarme de nuevo a él.
—Entonces, aprovechemos el tiempo.
Y su mano viajo a la curva de mi cadera.
Sus labios rozaron los mios al segundo. Y pelee contra la parte de mi que me decía que me alejase.La parte que quedó, asumió el control de la situación.
Lo empuje con mi mano hasta que cayó sobre el colchón.
Y vi como recuperaba la sonrisa del día anterior.Fui hasta él quitándome la sudadera, y dejando que la camiseta que llevaba debajo tapase mi asqueroso cuerpo. Y le arranque la suya.
Intento cogerme, pero fui yo quien se sentó sobre sus piernas, prácticamente al borde de la cama.
Lo inmovilice con uno de mis brazos.
Y de su boca broto un sonido ahogado de excitación.
Acerqué mis labios a los suyos, y le besé con el fuego que había quedado reprimido en mi interior.
Un fuego que circulaba ahora entre los dos cuerpos. Que cada vez tenían menos ropa.
Que cada vez estaban más juntos.
Que encajaban casi a la perfección.Sus manos recorrieron partes desconocidas para ambos. Y las mías lo hicieron estremecer.
Le entregue cosas de mi que no iba a recuperar.
Las primeras veces.
Mi primer beso.
Mi primer amor.
Mi primer polvo.Y también sería la primera herida a mi corazón.
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Ellos (gay / yaoi) [Reescribiendo...]
Novela JuvenilRyan nunca ha llevado una vida fácil, la verdad, ningún adolescente lo hace, pero esta se complicará aún más cuando, se vea envuelto en el secreto que guarda el chico que le había gustado por años. Todo cambia... Ben, y su mejor amigo James, ap...