With or without you? » hunhan.

Capítulo I.

Sehun

Acaricié su piel, excitándome aún más por el gemido que soltó ante mi tacto. Moví mis caderas hacia atrás y le embestí con fuerza, a lo que él solo empuñó sus manos en las sabanas mientras soltaba un gemido prolongado y bastante depravado.

Me encantaba que fuese así.

Agarré sus caderas y repetí la acción, llegando a su próstata y desatando el éxtasis máximo. Me incliné un poco y besé su espalda, sonriendo con presunción ante el estremecimiento que causé.

Continué embistiéndole con fuerza, acelerando los movimientos por las excitantes y sucias palabras que salían de su boca.

— ¡Mm! —Alzó su trasero hacia mí— Más rápido... ¡Oh sí! ¡Sehun, Mm!

Ya sentía el hormigueo en mi vientre, así que volví a inclinarme y con mi mano libre comencé a bombear su desatendida erección, haciéndole gemir como una autentica perra.

Su semen se esparció por la cama y parte de mi mano. No tardé más de un minuto en venirme también, a excepción de que lo hacia dentro suyo.

Salí de él y me dejé caer en la cama, intentando regular mi respiración por esa intensa sesión de sexo; lo habíamos cuatro veces de lo que llevábamos de tarde. Él se recostó en mi pecho y comenzó a succionar la piel que rodeaba mi pezón.

—No hagas eso, joder —Intenté apartarlo, pero ya había dejado una muy notable marca que tardaría en desaparecer. Bufé molesto y me levanté de la cama—. Eres un caso.

Él se echó a reír mientras me comenzaba a vestir.

—Para que tengas en cuenta de que eres mío, Sehunnie.

Sehunnie...

Abotoné mi camisa rápidamente, sin siquiera dirigirle una mirada por su último comentario.

— ¿Cuándo lo dejarás?

Terminé de atar mis zapatos y me levanté de la cama, agarrando mi maletín y todas mis pertenencias.

—Pronto, bebé —Me di la vuelta y me acerqué a la cama. Entendió mi propósito y se acercó al borde—. Te lo prometo.

Saqué los mechones que cubrían su mirada, esa misma que tanto me volvía loco. Me incliné y besé suavemente sus labios, disfrutando de las sensaciones que sólo él me hacía sentir.

—Te amo.

Me separé de su boca y le di mi sonrisa más sincera.

—También te amo, cariño.

El tráfico a esta hora era horrible, más si iba más que tarde a la cena de aniversario con mi novio.

"— ¿Cuándo lo dejarás?

—Pronto, bebé. Te lo prometo."

Apreté el volante con tanta fuerza que mis nudillos se volvieron blancos. Me era tan fácil prometerle cosas a Kyungsoo, pero cumplirlas era el problema.

Amaba a ese pequeño, tanto que haría cualquier cosa por él. ¿Por qué no podía dejarlo y ser feliz con el amor de mi vida? Porque era una obsesión desde que lo vi por primera vez; tan hermoso, tan sumiso, tan libre y feliz... simplemente lo quise para mí y nadie más.

No me percaté de en qué momento llegué a nuestra casa.

Habíamos decidido vivir como pareja en nuestro primer año de noviazgo, el mismo año que comenzamos nuestra vida laboral. Ambos escogimos una casa de estilo rustico, en un barrio demasiado tranquilo y rodeados de naturaleza, algo que para ese entonces era perfecto.