Capítulo XXX.

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Sehun

Las semanas se había pasado volando y el viaje sólo estaba a un día de distancia, algo que mantenía triste a Luhan, pero que se esmeraba por ocultar aun cuando ya me había percatado de ello.

Como ya no tenía mucho que hacer, a veces simplemente iba en las mañanas a la empresa y en menos de tres horas ya me encontraba de vuelta en casa, algo que Luhan aprovechaba y, escapándose un par de horas del taller, nos dejaba a ambos metidos en la cama hasta después de la hora de almuerzo, "aprovechando el tiempo" como solía decir él.

Y bueno, más que agotarme —Ya que Luhan se ponía un tanto exigente en la cama—, me revitalizaba de energía lo activa que se volvió nuestra vida sexual, porque vamos, ¿A quién no le gustaría tener desnudo al hombre que ama, gimiendo y retorciéndose bajo tu cuerpo mientras rogaba por más todos los días?

Era un tanto hilarante, más cuando él apenas podía moverse y caminar con las piernas abiertas mientras iba a darse una ducha.

Las cosas estaban yendo bien y lo único que pedía es que mi mala suerte no se le ocurriera hacerse presente y arruinarlo todo a horas del viaje.

Hace un par de días había desistido de intentar convencer a Lu de irse conmigo, porque cada vez que se lo proponía, él decía que todo lo que amaba estaba aquí y que, por más que quisiera estar a mi lado, su oficio era algo que no dejaría por nada del mundo.

Pensó que me enojaría al decirme aquello, peor al contrario; porque sus razones para quedarse eran las mismas por las que yo me iba. Me alegraba saber que él no era dependiente de mí, porque si algo llegara a pasarme... simplemente el golpe para él sería mucho más duro.

Lo mejor de todo era que cuando iba a la empresa, no me topaba ni por casualidad con Tiffany, ya que si llegaba a suceder, nada me contendría de decirle todo lo que se merece por intentar persuadir a Luhan de esa manera tan vil.

No estoy para los jueguitos de una mujer caprichosa.





—Mm, Sehunnie...

La luz de la luna golpeaba directamente contra su silueta en movimiento, su piel brillando gracias al sudor mientras la parsimonia de sus movimientos sólo aumentaba la temperatura de la habitación. Mis dedos firmes alrededor de su cadera, ayudándolo con sus movimientos lentos y profundos mientras sus labios dejaban pequeños gemidos sobre los míos. Su torso rosaba el mío con cada movimiento y su erección se deslizaba de arriba y hacia abajo por mi abdomen.

Bajando mis besos por su mandíbula, llegué a su cuello y comencé a morder con suavidad, succionando la zona para volver a morder. Sus gemidos pasaron de ser bajos a unos más altos, sólo aumentando mi excitación y el agarre sobre sus caderas.

—S-sehun... fóllame...

Y no me hice de rogar para recostarlo sobre la cama, posicionándome entre sus piernas y comenzando a embestirle con más fuerza y rapidez. Sonreí al ver marcas rojizas por su pecho y unos cuantas a la altura de su cuello, claras marcas de posesión que dudo vayan a desaparecer por unos días.

Marcas mías que quedaran para cuando me vaya.

Cerré los ojos con fuerza y alcancé sus labios, esta vez besándolos con ferviente pasión con el objetivo de olvidar que en unas horas más tendría que despedirme de él, ajeno a que quizás esté más de un año lejos de Corea.

Deslicé una mano por su torso, acariciando con la yema de los dedos su tersa piel hasta llegar a su miembro y con la otra levantando su pierna izquierda y poniéndola sobre mi hombro, llegando con estocadas aún más profundas que robaban suspiros a Luhan.

With or without you? » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora