Capítulo IV.

9.2K 1.2K 482
                                    



Luhan


Quizás, el no recibir alguna llamada o mensaje por su parte fue el detonante de la realidad en mi mente, como la bomba que siempre evité tocar por el daño que creí que causaría. Y no me equivocaba.

¿Qué sacaba con seguir intentando arreglar las cosas en vano? Mi dignidad ya estaba por los suelos y me encontraba al borde de un colapso emocional. Siquiera la pintura logró calmar el dolor que el desinterés de Sehun causó.


Llegué mucho más temprano de lo habitual, aprovechando para dar una última inspección al salón donde iba a ser la exposición.

Miré cada detalle del lugar, cada obra que ya se encontraba colgada en la pared, cada escultura sobre elegantes y sobrias mesas, olvidándome de todos mis problemas y sintiendo cada proyecto que iba a exponerse.

Al llegar a mi cuadro, toda la alegría se fue desvaneciendo de a poco. Había pintado aquello hace meses, guiado por los sentimientos de un estúpido enamorado y con las ilusiones a flor de piel.

Había retratado a Sehun.

Ese era mi regalo de aniversario y joder, estaba tan ilusionado que lo viera y volviera a ser el hombre amoroso y atento que me sonreía cada vez que tenía la oportunidad.

Que estúpido soy.


Escuché la puerta del salón abrirse, pero no me volteé para ver de quien se trataba. No tenía ganas de nada.

Luhan.

Oh dios no.

Me di la vuelta y un hormigueo se hizo presente en mi vientre. Yifan, Yixing y Jongin me miraban fijamente, los dos primeros con una ligera sonrisa.

—Buenos días, ciervo.

Ya había tenido suficiente mierda por una noche como para soportarles. Bufé irritado y les di la espalda de nuevo, intentando ignorar la palpable tensión sexual que se había formado.

Es sólo porque no he tenido sexo durante meses. Si, debe ser eso.

—Hasta fastidiado te ves precioso —Habló Jongin con voz profunda—, más de lo que ya eres.

Todos mis sentidos se pusieron en alerta, más cuando las hormonas alborotadas comenzaron a revolotear por el tonito de voz. Por más enamorado que estuviera de Sehun, no era ciego como para no ver lo calientes que eran los tres juntos, más si se ponían aquella ropa tan... ay, que calor.

Cuando un compás de pasos comenzó a sonar por el lugar, me dije que era hora de huir. Me moví hacia un lado y cuando volteé, choqué con un duro torso.

Demonios.

—Minseok y Taemin organizaron una fiesta para esta noche —Dijo Jongin sereno—. Supongo que irás.

—No —Aumenté nuestra distancia y le miré impasible, ya más controlado con respecto a las hormonas—, pasaré la noche aquí.

La sonrisa triunfal de los tres me pusieron los pelos de punta.

—Perfecto —Vociferó Yifan—, porque la fiesta será aquí.

El destino me odia.




Cuando logré escapar de los comentarios sugestivos de aquel trío, corrí a encerrarme en mi estudio, asimilando la noche que se vendría por delante.

With or without you? » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora