Capítulo XX.

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Luhan



Si, lo admito. Quizás mi necesidad de estar con Sehun se había manifestado desde que vi su fantasma en Yixing, haciéndome suyo y dejándome una efímera sensación cálida en el pecho.

Todo se había venido abajo cuando desperté esa la mañana siguiente entre los brazos de Yixing, cayendo en cuenta del grandísimo error que cometí y que la había cagado con todo el significado de la palabra. Intenté hablarlo, sintiéndome realmente arrepentido por hacerle pasar una situación así, pero Yixing simplemente sonreía y decía que no importaba.

Esperé que nuestra relación se volviera distante y que él terminara todo, pero no fue así. Su comportamiento posesivo y protector no cambió y no sabía cómo tomarme aquello.

Le había hecho daño. ¿Cómo podía hacer como si nada mientras mi consciente me reñía cada vez que tenía la instancia?

El único pensamiento que tuve en mente durante la estadía en casa de mi madre fue el terminar todo con Xing Xing por las buenas e intentar seguir siendo amigos. Ósea, ya no podía seguir escondiendo que seguía enamorado de Sehun y quería volver a intentarlo, lo que no significaba que le daría el camino fácil, claro está; por ello, apenas me restableciera en la casa, tendría que verme con él para acabar nuestro pequeño romance.

No quiero seguir causando más daño.





Los días fríos persistían en el mes de febrero y las lluvias sorpresas me impedían disfrutar de mis últimas semanas de descanso. No obstante, no es una queja, ya que Sehun pasaba por la misma situación y nos teníamos que quedar en casa, mirando películas y jugando como en los viejos tiempos.

Me sorprendió como nuestra relación volvió a ser más o menos igual a la que teníamos cuando éramos mejores amigos. Las bromas y los malos chistes me hinchaban el corazón de alegría, los leves roces que teníamos a veces, cuando tocábamos nuestras manos en el recipiente de palomitas mientras veíamos una película, me aceleraban el corazón como un loco; todo lo que estaba sintiendo a su lado me hacían retornar hasta nuestros primeros coqueteos, cuando me encontraba en proceso de enamoramiento.

Y en efecto, se sentía como si me estuviese volviendo a enamorar de este hombre.

Divagaba libremente, pensando en los acontecimientos de estos últimos días y en lo que podría pasar dentro de unos más; en una semana era San Valentín.

El timbre sonó y me sobresalté un poco, tan así que la manta que cubría mis piernas voló y aterrizó a unos metros de mí sobre la alfombra.

Dios, que vergonzoso hubiera sido si Sehun me hubiese visto.

Me levanté del sofá y dejé el olvidado libro que ni siquiera leí sobre la mesita de centro, caminando en dirección a la puerta. Cuando la abrí, una brisa congelada me caló hasta los huesos y maldije mentalmente por no haberme puesto ropa más gruesa.

—Buenas tardes, tengo una entrega para... —No me había percatado que era uno de los tipos que entregan paquetes, porque estaba más concentrado en el llamativo arreglo de flores que llevaba en sus manos— Xi Luhan.

—Soy yo.

—Por favor, firme aquí —Me entregó una pequeña libreta y un lápiz. Firmé y se lo di de vuelta, recibiendo la entrega—. Gracias, que tenga un buen día.

With or without you? » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora