Capítulo XVII.

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Sehun



Estaba tan plácidamente durmiendo cuando unas risas estruendosas me dieron los buenos días de golpe, haciéndome refunfuñar y abrazarme al cuerpo de Soo.

Aparte de calentito, también era muy blandito.

Luego de la cena de ayer, se me había acercado todo emocionado contándome las miles de cosas que aprendió gracias a la señora Xi y a mi madre sobre la cultura China. Nos habíamos sentado en el sofá mientras él me seguía contando cosas, ayudándome en cierto punto a relajarme y olvidar el dilema en el cual estoy metido.

Sin embargo, mi paz se esfumó cuando vi a Luhan llorar antes de que saliese de la casa corriendo. Estuve muy tentado a buscarle y ser su pañuelo de lágrimas, pero Hae y Soo me dijeron que lo dejara sólo.

Me dormí con demasiada incertidumbre, preguntándome que fue lo que exactamente le hizo llorar. Había cambiado tanto que ya no sabía que esperar de él.

Más risas se escucharon y deduje que la hora de levantarse ya había llegado. Al fin y al cabo, hoy era un día más para aclarar mi dilema; estar con o sin Luhan.

Tomé una ducha y desperté a Soo, quien tomó la suya mientras me vestía,

Salimos de la habitación, directo a la sala de estar en donde aún se podía escuchar el bullicio que me despertó. Al asomarnos, mi madre fue la que nos recibió con una sonrisa de oreja a oreja que, a decir verdad, daba bastante miedo.

— ¡Hunnie, Kyunnie! ¡Tenemos visitas!

Mamá siempre me enseñó a sonreírle a las visitas y ser amable con ellas, pero la sonrisa que estaba formando desapareció de golpe al ver a quienes se refería.

Al que primero vi fue Luhan sentado junto a un chico de mirada intimidante y cabello rubio. En uno de los sofás grandes estaba Henry, quien abrazaba por los hombros a un chico de aspecto adorable y sereno y a otro moreno.

Un vago recuerdo me llegó a la cabeza, pero me rehusé a pensar en aquello hasta que la temblorosa mano de Soo se aferró a mi abrigo, jalando de este.

Eran los amigos de Luhan.

— ¡Oh, Sehun! —Henry se levantó del sofá mientras su sonrisa botaba brillos por doquier— Te presento a mis amigos. Estos son Yixing y Jongin, y el grandote de allá es Yifan. Ellos viven con mi Lulu.

Todas las miradas estaban en nosotros y eso me ponía aún más nervioso. ¿En qué momento todo se volvió tan... incómodo?

La señora Xi suspiró sonriente.

—Aun no puedo creer que ustedes —Apuntó a Yixing y a Yifan— sean los hijos de Li Yin y Jia Li. Además, estoy segura que conozco a tus abuelos, Jonginnie.

Dios, quería vomitar de los nervios.

—Lamentamos irrumpir así en su casa, May Ling, pero Henry nos raptó y nos trajo aquí.

—Henry es un caso —Henry seguía con su sonrisa brillante—. Bien, ¿Por qué no pasan el día con los más jóvenes? Los más viejos queremos salir y revivir viejos tiempos.

— ¡Por supuesto, mami! —Henry comenzó a dar saltitos de felicidad— Ustedes vayan y diviértanse. Nosotros también lo haremos.

¿Por qué siento que somos invisibles ante ellos?

With or without you? » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora