With or without you? » hunhan.

Capítulo XIX.

Sehun

Movía mis manos con nerviosismo bajo la mirada seria de mi madre. No era la primera vez que traía a Luhan a casa, pero si la primera vez que lo traía como mi novio y no mi mejor amigo.

—Sabes que adoro a Luhan, hijo —Estábamos sentados frente a frente mientras papá, Luhan y Hae jugaban futbol en el patio. La mirada de mamá se suavizó, asomando una leve sonrisa en sus labios y desconcertándome con el cambio de actitud—, pero... ¿No crees que estén apresurando mucho las cosas?

Le habíamos contado que empezamos a vivir juntos luego de nuestro egreso de la universidad y tanto ella como papá quedaron un poco aturdidos con la noticia.

Suspiré y la miré con determinación.

—Mamá, amo a Luhan y de verdad quiero estar cada día a su lado. No quiero que se aleje de mí ahora que ya sé cómo es verlo cada mañana y cada noche a mi lado.

—Entiendo que no lo quieras lejos, pero están siendo muy poco racionales y bastante impulsivos. Los conozco a ambos lo suficiente como para decir que sólo tendrán problemas una vez que comiencen a trabajar.

Mi ceño se frunció, no entendiendo a lo que se refería.

— ¿De qué hablas?

—Luhan ama el arte, Sehun, y creo que necesitará su propio espacio y concentración en crear e imaginar. No podrás estar con él porque estará en su mundo, cumpliendo su labor y haciendo lo que más ama.

Sonreí, comprendiendo el punto al que quería llegar.

—Le daré el espacio que necesite, má, pero, aunque el papa me lo pida, no me retractaré en mi decisión de vivir juntos. Seré paciente y entenderé si quiere enfocarse en su trabajo. Eso es lo que hace el amor, ¿No?

La risa que soltó me hizo pensar que si había comprendido mi decisión y mantuve mi sonrisa, la cual se desvaneció de a poco mientras notaba como la preocupación en sus ojos se vio acompañada por una sonrisa triste.

—Quiero creer que estás dispuesto a todo eso, porque si no es así, ambos saldrán dañados por las decisiones que tomaron pensando en el presente y no proyectándose a futuro.

Si hubiera sentido el verdadero peso de las palabras de mi madre aquella vez, hubiese comprendido el porqué de salir heridos.

Adultos jóvenes con muchas expectativas y sueños, simples seres ingenuos que entrarían a la vida laboral mientras se prometían no separarse pasase lo que pasase.

Todo aborda mi cabeza con brutalidad, cayendo en cuenta que nuestro destino siempre estuvo dicho y, aun sabiéndolo, jamás quisimos evitarlo.

Estaba exhausto y mi mente sólo me permitió reflexionar apenas mi cabeza tocó la almohada, no dejándome descansar de todo lo que concernía a Luhan.

Muy lejanamente, escuchaba gemidos y murmullos, haciendo un tipo de eco mientras las palabras de mamá se repetían una y otra vez.

No quería despertar, porque sabía lo que estaban haciendo Luhan y Yixing, pero tampoco quería seguir pensando en lo que salió mal en nuestra relación.

Solamente quería un tiempo de paz.