Capítulo XXIII.

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Sehun


Respiraciones aceleradas, nuestras lenguas fundiéndose con la otra, roces que nos hacían estremecer y una pasión ardiendo desde nuestro ser; a eso habíamos llegado luego de comenzar tan romántico beso.

Lentamente caímos sobre el sofá largo, él encima de mi mientras me encarcelaba entre sus piernas y hacia una leve presión en mi pelvis con la suya.

El jadeo que salió de su boca hizo que mi erección comenzara a asfixiarse dentro de mis pantalones.

Mientras bajaba sus besos por mi mandíbula hasta mi cuello, desabrochando mi camisa tortuosamente, me repetí que esto no estaba planeado, al menos no tan pronto.

A la hora de arreglar la cena, planeé que luego de comer y bailar un poco, nos iríamos a la cama y, si Luhan me lo permitía, dormiríamos abrazados toda la noche. No obstante, la mayor parte de mi estaba declinando la idea de parar esto por el simple hecho de que quería hacer las cosas bien esta vez.

No me percaté de que mi camisa ya yacía en el suelo, al igual que su suéter y su camiseta. Mis manos instintivamente viajaron a sus pezones, poniéndolos entre mis dedos y jugueteando con ellos suavemente, apretándolo de vez en cuando. Los gemidos que se perdían en mi boca me hacían querer ir por más.

Cuando su mano se escabulló hasta el botón de mi pantalón, señales de alerta se encendieron en mi cabeza. Era parar ahora o tirar por la borda mi progreso.

—Luhan —Llamé, separándome de sus labios y tomando su mano antes de que se metiera entre mis pantalones—, no creo que esto sea correcto en este momento.

Y como si le hubiese caído un balde de agua fría, se levantó y me miró con los ojos cristalinos.

Ah, demonios, ¿Qué hice ahora?

— ¿Ya no me deseas? —Susurró apenas, viéndose tan decepcionado y triste.

¿Si ya no lo deseaba? Oh, claro, y mi pene erecto se hizo solo.

Se sobresaltó cuando me levante de golpe, dándole la vuelta y llevándolo hasta la pared. Me presioné contra él mientras mi cuerpo comenzaba a arder por sentirme entre su trasero a través de nuestros pantalones.

— ¿Siquiera te atreves a pensar en ello? Mira como me tienes, bebé.

Sentir cómo los músculos de su espalda se tensaban contra mi pecho era algo realmente único. Su respiración se volvió pesada de pronto y echó su cabeza hacia atrás, apoyándola en mi hombro.

— ¿Y cuál es el problema entonces?

—Quiero ir lento, no cometer los mismos errores de antes y hacerte feliz —Incliné la cabeza y besé su mejilla, dejando mis labios pegados a su piel—. Te amo y de verdad quiero redimirme de ser un imbécil y dañarte.

Las vibraciones de su risa me calaron hasta el corazón, acelerando mi pulso y albergando mariposas en mi vientre.

—Me encanta como eres ahora, Sehunnie, pero si sigues así no creo poder aguantar mucho.

Fue mi turno de reír, volviendo a besar su mejilla y pasando mis brazos por su cintura, abrazando su vientre.

—Te amo, Luhan.

Mi respuesta fueron sus manos sobre las mías, dando caricias y calmando la tristeza que amenazaba con expandirse al no recibir las palabras que anhelaba.

With or without you? » hunhan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora