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Observe por las ventanillas como las personas entraban desesperadas hacía sus hogares, apreté mis labios a medida que vi como mis amigos me hacían señas.

Y allí lo supe. Yo también debía esconderme, porque ellos estaban cerca.

Mire como mi madre se encontraba con mi pequeña hermana en brazos, mi hermano venía tras ellas con su pecho agitado, sabía perfectamente que el estaba fuera y tuvo que venir corriendo a la casa.

—Debajo de la cama— clamo la mayor—. ¡Vamos, debajo, debajo!— grito y asentí.

Corrí hacía mi cama escondiéndome  observando como mi hermano se escondía en la suya bufando, segundos mas tarde mi madre me había tendido a mi hermana quien comenzó a sollozar.

—¿Donde esta papá?— murmure a ella quien sujetaba su cabeza algo nerviosa.

—No te preocupes, Susan— clamo ella—. Procura que Gaby no llore, cariño— dijo y luego observe como su cuerpo desaparecía por la puerta de nuestra habitación.

Susurre a la pequeña bebé en mis brazos para que no llorara, logrando que se durmiera en cuestión de un pequeño tiempo.

Lleve mi vista hacía mi hermano mayor, el cual no apartaba la vista de la puerta.

—Lelo, ¿donde se fue mamá?— susurre.

El me observo haciendo una seña con su indice sobre sus labios.

—¿A donde crees, Susan?— murmuro—. Quizás a comprar algunos caramelos.

Apreté mis labios ante su respuesta sarcástica.

Escuche unas bocinas seguida de unos gritos y quise taparme los oídos, odiaba escuchar todo aquello, pero me fue imposible al tener a la bebe en mis brazos.

Luego de minutos, observe como el cuerpo salia de debajo de su cama.

—¿Donde vas?— pregunte pero el único gesto que recibí fue la misma seña para que me callara.

Y luego desapareció por la habitación.

Me quede allí con un nudo en la garganta escuchando aún los gritos desde afuera, y le susurre una vez mas a la bebe quien comenzaba a llorar.

Todo paso en media hora, una vez que controlara el tiempo en el reloj de la pared, luego las bocinas se habían terminado, ya todo había pasado por el día.

—Tranquila, Gaby— susurre—. Todo estará bien pequeña.

Pero todos sabíamos que nada estaba bien.



Un amor de dictadura. (Uruguay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora