19

183 30 0
                                    

Luego de un año y medio las noticias de Uruguay iban de mal en peor, y cada vez estaba mas agradecida que hubiéramos tomado la decisión de habernos ido por un tiempo.

Estaba recostada en la cama jugando con mi hermana. Mi madre se encontraba planchando ropa y mi hermano afuera reparando unas bicicletas.

Había guardado silencio todo el día, esperando que alguno de ellos recordara el día en el que estábamos.

Pero ninguno de ellos lo recordó.

Mas tarde en la noche cuando ya me encontraba en mi cama apunto de dormir sentí unas zapatillas que pegaban en el suelo, intente hacerme la dormida pero fue imposible.

Mi padre capto el momento justo en el que cerré mis párpados, se acerco a mi y en movimientos lentos se sentó a un lado de mi en la cama.

Dijo que me sentara y a regañadientes lo hice, tenía ocultas sus manos detrás de su espalda, y sonreí cuando me lo enseño y vi el lindo color del papel de regalo decorar un objeto.

—Feliz cumpleaños, pequeño caramelo— había susurrado besando mi frente.

No todos lo habían olvidado...

Un amor de dictadura. (Uruguay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora