Es lo que haces, es lo que ves
Sé que si yo te embrujo, tu debes
estar embrujándome
Es a donde vamos, es donde estaremos
Sé que si yo te quiero, mi tú debes quererme
Mis pulmones embrujados, fantasma entre las hojas
Mi lengua malvada, ¿dónde irá a parar?
Sé que si yo te quiero, tú debes quererme
¿Me quieres? Recorro el pasillo
Eres afortunada, la habitación es mi
pasarela
¡Palméame! estoy clavada a la puerta
Besa, muerde, seduce
Sé que si yo te quiero, tú debes estar embrujándome.—Haunted—Beyoncé.
Camila
Tarde del miércoles. Llego a la casa llena de bolsas. He aprovechado el día libre que Lauren me dio para ir a hacer la compra y otro par diligencias, entre ellas; buscar un vestido que ponerme para esta noche.
Niego sin poder creer lo que voy a hacer y todo por el idiota de mi hermano, aunque también es porque no puedo dejar de sentir las manos de Lauren en mi cuerpo. Deseo tanto tenerla dentro de mi, poseyéndome como sólo ella lo sabe hacer.
Su firmeza, su convicción y su franqueza me vuelven loca de una manera inexplicable. Suspiro, sé muy bien que ella no siente ni una pizca de sentimiento por mi, ni yo hacia ella, esto es algo netamente físico, lujurioso y pasional. ¡Dios, ayúdame!
— ¿Me preparaste el desayuno?
Shawn dice entrando a la cocina en pleno medio día. Su grado de inutilidad es desesperante.
—Sírvete tu propia comida, estoy ocupada ¿qué no ves?—le muestro las bolsas en mis manos.
Pero simplemente se sienta en la barra sin molestarse siquiera en ayudarme. Así es él.
—Esperaré.
— ¿No aprendiste nada en la cárcel?
Ruedo los ojos y le lanzo una mis barras de cereal ligero.
—Aprendí a hacer flexiones, así que esta cosa genérica me viene de maravilla.
— ¡Pero si las odias!
Niega y muerde la barra como si siempre le hubiese gustado. ¿Cuántas veces las ha tirado a la basura dejándome sin desayuno? Realmente tiene hambre.
Mi teléfono vibra y lo saco de mi bolsillo trasero mientras veo a Shawn comer otra barra añadiéndole leche.
Al leer el nuevo mensaje me quedo todavía más desconcertada.
Prepara una maleta ligera, nos vamos de viaje de negocios.
Ni siquiera es una pregunta. Es un mandato. Casi puedo imaginármela sacándome arrastras si no estoy lista a la hora que toque mi puerta.
Estoy a punto de negarme, pero como por arte de magia entro al buzón de entrada. Leo el mensaje de esta mañana.
Hay una sorpresa en tu sala, así que tómate el día libre. Nos vemos esta noche.
Ahora recuerdo qué rayos hacia comprando un vestido.
Cuando salí del cuarto, la sorpresa fue mi inútil hermano bueno para nada sentado en el sillón con los pies en mi mesa de noche y molestando a Sofi por su nuevo tatuaje el cual no va con su personalidad de rockera.
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A Mí Merced (Camren)©
Fanfiction"Ella sólo era dos cosas... Un encanto y una hija de puta." Terminada