Todas las arrugas de mi cara
cuentan la historia sobre quien soy
Tantas historias que vivi y como llegue hasta donde estoy
Pero esas historias no significan nada si no tienes a quien contarselas
Es verdad, fui hecha para ti
Escale hasta la cima de las montañas,cruce nadando todo el oceano azul
Cruce todas las lineas y rompi todas las reglas
Pero cariño las rompi todas para ti
porque incluso cuando estaba quebrada
Me hacias sentir como un millon de dolares,
Y lo haces, fui hecha para ti.―The Story―Brandy Clile.
Lauren
―¿A dónde la llevarás?
Normani pregunta pasándome la chaqueta.
―He planeado el día perfecto para disfrutar junto a ella―respondo mirándome al espejo y arreglando mi camisa―. Pasaré por su casa para llevarla a almorzar y charlar un poco...después más sorpresas.―sonrío y me doy media vuelta.
―Pues espero que todo salga bien con ella, y por favor no lo arruines.―dice extendiéndome el pequeño ramo de flores.
―No lo haré. No podría echar a perder esta cita...esta oportunidad única―le aseguro cogiendo las llaves del auto―. ¿Me veo bien?
―Más que genial, los años en coma te sentaron bien...aún no supero ese cabello corto―ruedo los ojos cuando me mira de reojo―. Así que vete ya antes de que pierda la razón.
Le doy un abrazo como muestra de agradecimiento y me dispongo a salir de su casa, pero antes la escucho decir.
―Hey, conquístala...es tuya.
Me guiña un ojo y sonrío cómplice.
Una vez en el auto tomo una bocanada de aire necesaria. No quise parecer nerviosa frente a Normani, pero ahora mismo estoy hecha un manojo de nervios y, con razones. No sé cómo reaccionará ella cuando me vea aparecer en la puerta de su casa y mucho menos si llegará a aceptarme. Sólo me resta confiar en mi instinto y ser yo misma.
Durante el trascurso repaso cada una de las palabras que le diré cuando la vea, pero entonces me doy cuenta de que las cosas demasiado bien planeadas no siempre se dan como se esperan. He hecho lo humanamente posible para planificar el día perfecto, ahora todo depende de su reacción. Una vez llego a su casa me bajo con ramillete en mano.
Arreglo mi chaqueta y pongo mi mejor sonrisa antes de tocar el timbre. Para mi suerte, no es Amber quien abre la puerta sino Camila. Puedo ver como me observa de arriba a bajo y cuando nuestras miradas se encuentran finalmente es como si millones de memorias vividas pasaran a través de nuestros ojos. Alzo una deja y le dedico una mirada seductora, enseguida sus nervios salen a relucir. Cómo lo sé, porque esta mordiéndose el labio, algo que hacia siempre cuando estábamos juntas.
―Hola.―saludo rompiendo el momento.
―Hola.―devuelve en un murmullo y mirando las flores agrega―. Lindas flores.
―¿Crees que le gustarán?―pregunto un poco asustadiza.
―Las amará, son sus favoritas.
La miro aliviada. Por lo menos no empezaré mal esta cita.
―¿Dónde esta?
―Arreglándose...tarda horas.
―Es tu hija, no me extraña.―digo medio en serio medio en broma.
Camila rueda y se hace a un lado para dejarme entrar, pero antes de que avance un paso una fina y dulce voz se escucha a nuestro lado. Instintivamente bajo la mirada en busca de la fuente de aquella preciosa melodía. Después de Camila jamás creí enamorarme de otra mujer que no fuese ella, pero ahora mismo y aunque parezca extraño, mi propia hija me ha conquistado luciendo un lindo vestido de color amarillo pálido a juego con sus zapatillas y el lazo que adorna su cabello negro.
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A Mí Merced (Camren)©
Fanfiction"Ella sólo era dos cosas... Un encanto y una hija de puta." Terminada