A Mí Merced (Camren)©

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Puedes tener una adicción a cierto tipo de tristeza
Como renunciar al final, siempre al final
Cuando nos dimos cuenta de que no teníamos sentido dijiste que aun podríamos ser amigos
Pero admito que me alegré de que acabara 
Pero no tenias que cortar el contacto conmigo, hacer como que nunca pasó, que no fuimos nada
No necesito tu amor, pero me tratas como a un extraño y eso me duele
No, no tenias que caer tan bajo, hacer que tus amDigos recogieran tus discos y luego cambiar de teléfono
No necesito seguir pensando en eso, ahora solo eres una persona a la que conocí.―Somebody that i used to know―Gotye & Kimbra.

Camila

Este día ha sido surreal desde que Lauren apareció en mi puerta esta mañana hasta descubrir que mi madre está viva. Tengo un sin fin de preguntas que necesitan ser respondidas por ella y por Lauren. Dios, Lauren...cuándo has sufrido por mi culpa, ni siquiera merezco que me haya amado. Recuerdo como era antes de mí, una empresaria sin escrúpulos ni sentimientos que dormía con una mujer diferente cada noche.

Debo admitir que se me revuelve es estomago de imaginarla siendo como antes.

Pero como ella misma dijo, ese cambio se produjo luego de conocerme y a pesar de su peculiar manera de tratarme logro enamorarme y enamorarse al mismo tiempo. Pude habernos evitado tanto sufrimiento si hubiese tenido el suficiente valor de detener mi venganza y encarar a Austin. Pero hoy ya es muy tarde, Lauren ha revivido milagrosamente y con ellas todas y cada una de las emociones y sentimientos que una vez tuve que enterrar para poder seguir adelante con mi vida.

Junto a Amber y mi hija.

Hija que tiene el derecho de saber quién es su verdadera madre. Mientras Amber duerme, me levanto silenciosamente y busco algo para ponerme. Una vez lista, cojo las llaves y salgo de casa. Cuando enciendo el auto soy consciente de que no sé lo que hago ni a dónde voy, mientras avanzo por la carretera medito lo que haré y para cuando me doy cuenta he llegado a mi viejo edificio. Aquel condominio que una vez compartí con Lauren, es el único lugar que se me ocurrió buscarla.

Al subir por el ascensor una sonrisa automática aparece en mi rostro. Los recuerdos me golpean como un martillo demoledor, creando huracanes de emociones a cada paso que doy más cerca de mi destino. Respiro hondo y luego de recopilar el coraje suficiente toco la puerta. Pasan unos interminables segundos y cuando estoy a punto de irme la puerta se abre dejándome ver a una extrañada Lauren.

―Hola...¿puedo pasar?―digo omitiendo su inicial pregunta.

Ella se me queda viendo con ojos inquisidores, como si librara una batalla interna de si dejarme o no entrar. Bajo la mirada esperando que me corra, pero me sorprende haciéndose a un lado para dejarme pasar. Con pasos vacilantes me adentro en el lugar que una vez fue nuestro y donde compartimos tantas cosas, aunque ahora luce diferente. Parece falto de vida.

―¿Cómo supiste que estaría aquí?

Me encojo de hombros y digo.

―No lo sabía...sólo supuse que volverías donde todo comenzó.

―Dicen que la mejor manera de olvidar el pasado es volviendo al principio, meditar sobre lo que hiciste mal y rectificar los errores para no cometerlos de nuevo. Esa es la única forma de dejar atrás el pasado.

Asiento y bajo la mirada. Sus palabras son como una puñalada tras otra directo al corazón. ¿Qué esperabas, Camila? ¿Qué después de todo lo que le hiciste te quisiera perdonar así como si nada? Ingenua.

―Yo...

―¿A qué has venido, Camila?

Me interrumpe bruscamente y subo la mirada. Sus ojos verdes brillan en medio de la penumbra que reina en el salón, tal vez sea por la intensidad de su mirada sobre mí ¿podría ser? Claro que no, Camila. Deja de ver ilusiones donde no las hay. Busco dentro de mi bolso el motivo de mi presencia aquí y se lo entrego.