Camila
Me siento mareada y cansada y, aunque intento abrir mis ojos la oscuridad persiste frente a mí. El piso es incómodo y se mueve bajo mi espalda, la vibración y el sonido del auto en movimiento son prueba de que sigo secuestrada. Lo último que recuerdo es el cuerpo ensangrentado de una mujer en el ropero, luego todo se volvió escuro.
No sé dónde estaba ni mucho menos a dónde me lleva Amber ahora, tal vez ya se le acabó la paciencia y necesita desaparecerme. El miedo me invade por completo al pensar en eso ¿será de verdad este mi final? ¿estará Lauren buscándome? Claro que no, ella me odia por todo lo que le hice en el pasado. No la culpo, pues cualquiera en su lugar hubiese reaccionado de la misma manera.
Sin tan sólo tuviese una oportunidad de enmendar mi error, de pedirle perdón y suplicarle que lo intentemos de nuevo. Dios, soy tan idiota, Lauren jamás me perdonará. Tal vez lo mejor sea que yo muera, sé que ella cuidará de nuestra hija y que encontrará a la persona indicada para rehacer su vida.
Ambas estarían mejor sin mí, pues sólo les he causado daño.
No debería pensar siquiera en una posibilidad de perdón, pero es imposible cuando mi amor por ella sobrepasa todo entendimiento. Si salgo viva de esta haré todo lo que este a mi alcance para ganarme su confianza y su amor otra vez. Aunque sea egoísta, la necesito a mi lado no sólo como madre de mi hija sino también como el amor de mi vida. No entiendo cómo pude pensar que llegaría a querer a alguien más como la amo a ella.
Lauren Jauregui es única y ni siquiera Amber se compara a ella.
El auto se detiene y el alguien sale del auto. A fuera escucho voces, una más gruesa que la otra, pero no logro reconocerlas. Intento moverme, pero tengo las manos atadas en la espalda lo cual limita mis intenciones. Permanezco quieta cuando oigo la puerta trasera abrirse, acto seguido alguien me jala de los pies arrastrándome por el piso del auto. Luego me toma en brazos para cargarme es su hombro, por la fuerza comprendo que no es Amber sino un hombre. Un cómplice.
Pero quién podría ser.
Finjo estar inconsciente durante todo el trayecto hasta que por fin el hombre me deja sobre lo que debe ser una colchoneta, luego se va cerrando la puerta en el camino. ¿Quién estará tan loco como para involucrarse con Amber? De pronto mi intuición se inclina por una única persona tan retorcida e incluso más enferma que Amber.
Austin.
Dios, él sí que sería capaz de hacer lo que sea por lastimar a Lauren. Mi peor miedo es que quizás no se conforme con herirla a través de mí, sino también con Melissa. A pesar de que mi hija no estaba en la cabaña, no quiere decir que ellos no la tengan en su poder. Moriría si le hicieran daño. Mis lágrimas son absorbidas por el pañuelo en mis ojos mientras el dolor en mi pecho amenaza con dejarme sin aliento.
Después de un rato, escucho la puerta abrirse de nuevo, luego siento unas manos más finas que las otras ayudándome a sentarme. El perfume de Amber confirma mis sospechas, acto seguido me quita la venda. Parpadeo para que mis ojos se acostumbren a la luz blanca de la habitación, cuando logro ver bien mis ojos van directo a ella. La observo, luce seria y calmada, aunque con la nariz hinchada y la camiseta salpicada de sangre.
Ahora me doy cuenta de que si le causé daño, me pregunto si descubriría el cortaúñas.
Ella se acerca a mí con expresión tierna y acaricia mi mejilla con suma delicadeza.
―No estés asustada, cariño. Nunca te haría daño ni dejaré que nadie más lo haga.
―¿Dónde está mi hija, Amber?―es mi respuesta.
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A Mí Merced (Camren)©
Fanfiction"Ella sólo era dos cosas... Un encanto y una hija de puta." Terminada