Hola soy yo
Me preguntaba si después de todos estos años te gustaría que quedásemos para analizarlo todo
Dicen que el tiempo se supone que cura
pero a mí no me ha curado demasiado.
¿Hola puedes oírme?
Estoy en California soñando con lo que solíamos ser cuando éramos más jóvenes y libres
He olvidado cómo me sentía ante el mundo antes de que cayera a nuestros pies
Hay una gran diferencia entre nosotros
Y un millón de millas―Hello―Adele.
Lauren
Aún estando consciente no logro hallarle sentido a todo esta farsa, no sé siquiera dónde estoy parada. Sólo sé que hay un montón de personas a mi alrededor que me resultan completamente desconocidas. Me encuentro pérdida en un ambiente hostil y totalmente indiferente para mí, desde la habitación en la que estoy hasta el océano frente a mí. ¿Cómo llegué aquí...con mi madre? Es lo que mi mente no para de repetir, una y otra y, otra vez.
Levanto la vista para encontrarme todavía más extrañada al no reconocerme a mí misma frente al espejo. Alzo la mano para tocar mi rostro, hay pequeñas cicatrices en el lado izquierdo de el y una más grande justo en mi cien; puedo verla por mi cabello corto cabello. Mi pulso se acelera cuando sigo con los dedos la línea de la cicatriz, esta se extiende hasta casi la mitad de mi cabeza. Es donde caigo en cuenta de la realidad.
Tuve un accidente que me robó tres años de mi vida.
Y ahora no puedo pensar en otra cosa que no sea recuperarla.
―Mamá no quiso que creciera más, decía que le gustaba ver tu rostro.
El mismo chico que apareció en mi cuarto junto a Sinuhe se encuentra de pronto detrás de mí sonriéndome. Bajo mi mano y me doy la vuelta.
―Pues ahora ella no decide por mí.
Alza una ceja. Es extraño que vea mi misma expresión reflejada en él. Se encoje de hombros y dice.
―Mis madres te esperan fuera. Necesitan hablar contigo.
―¿Tus madres?―cuestiono a la defensiva―. ¿Es eso legal aquí?
―Padres...madres pueden ser cualquiera que ofrezca amor sin necesitar de un papel que lo avale―me mira serio y por alguna razón me arrepiento de mis palabras―. Pensé que lo sabias.
―No sé lo que sabes...saben de mi―doy un paso adelante―. No tengo idea de qué hago aquí y mucho menos de quiénes son ustedes.
Él suspira, caminando hacia la puerta. Antes de abrirla se vuelve hacia mí.
―No somos tus enemigos, Lauren y si me acompañas sabrás por qué estás aquí.
Abre la puerta y me señala la salida. Suspiro resignada, sólo hay una forma de saber qué demonios sucede. Caminamos un largo trecho por un pasillo, en el transcurso observo los cuadros en las paredes. Definitivamente son una familia de la cual sólo he visto a tres de sus miembros. El chico y yo entramos en otra habitación donde se encuentra la misma mujer que vi al despertar junto a Sinuhe.
¡Dios, aún no puedo creer que sea mi madre!
Trago saliva mientras permanezco quieta y en silencio junto a la puerta. Esto es tan incómodo y abrumador.
―Lauren...puedes sentarte.
―No gracias, estoy bien.
Digo mordaz, viendo a los ojos marrones de Sinuhe. La otra mujer la mira antes de clavar sus ojos en mí. Guardo silencio, cruzándome de brazos.
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A Mí Merced (Camren)©
Fanfiction"Ella sólo era dos cosas... Un encanto y una hija de puta." Terminada