"No es el poder el que corrompe sino el miedo. El miedo de perder el poder corrompe a los que lo tienen."- Aung San Suu Kyi
Siempre me pareció impresionante como las cosas pueden cambiar tanto, en un período tan corto de tiempo. Cincuenta años atrás, la tierra solía estar habitada por humanos. Humanos que vivían sus vidas sin cuidado alguno. Preocupados simplemente por el dinero y los bienes materiales. Humanos viviendo en una diaria rutina, sin tiempo para nada más que sí mismos.
La obtención de riquezas, control y poder, era el único asunto sobre la mesa del gobierno. Las guerras, se habían convertido en un hecho común. Algo que servía para lograr conseguir lo que querían. El número de muertes producidas en cada una de esas guerras o atentados, ya no importaba, sino cuánto era el dinero obtenido por medio de ellas. Con el pasar del tiempo, países fueron cayendo, uno a uno. El número de las poblaciones se reducía de manera proporcional. Y el poder era acumulado en las manos de pocos. Unos pocos que no se sentían satisfechos incluso cuando ya lo tenían casi todo.
El gobierno de lo que antes habían sido los Estados Unidos, aliado con lo que antes era el Reino Unido, buscaba una manera de conseguir apropiarse de los pocos territorios que aún no les pertenecían. Y qué mejor manera de conseguir su cometido que una amenaza. Pero no cualquier amenaza, una nuclear.
Entre ambos grupos de poder, comenzaron a experimentar en la creación de armamentística nuclear en gran magnitud. Combinando distintos tipos de misiles. Con diferentes reacciones químicas. Ante diferentes situaciones. Con tecnología de última generación.
Al cabo de unos meses, lograron crear exitosamente un arma nuclear de gran alcance. Sin embargo, no les pareció suficiente. Sino que se ordenó comenzar a buscar una manera de incrementar el poder de tal arma.
Entre los científicos más importantes, todos reunidos en una de las sedes en Washington; bajo órdenes de los líderes y no muy seguros de si aquello podría funcionar, comenzaron a buscar una manera de crear una nueva arma. Incluso más poderosa que aquella creada anteriormente. Pero esta vez, el tiempo corría en su contra. La presión y las pocas horas de sueño haciéndose notorias en los laboratorios.
Y como era de esperase, algo salió mal. Lo que más temían se volvió una realidad. Un error de cálculos desembocó en una explosión. Una explosión que alcanzo un radio inigualable. Nunca antes alcanzado e imposible de imaginar. Un radio capaz de esparcirse sobre toda la faz de la tierra. De Norte a Sur, y de Este a Oeste.
Las condiciones del planeta empeoraban con el pasar de las horas. El agua, si no se hallaba contaminada, se evaporaba. La temperatura subía rápidamente, aumentando alrededor de 15ºC cada hora. Las plantas comenzaban a marchitarse. Los animales comenzaban a morir.
Todo ser sobreviviente que tuvo la suerte de no ser contaminado, y que contaba con los recursos suficientes, debió ser exiliado. Entre ellos: gente reconocida por su gran intelecto; grandes médicos y científicos, grandes personalidades de la sociedad, millonarios, y alguna que otra persona que hubiese logrado colarse en las naves y pasar el escáner de seguridad.
Las naves, se situaban en distintos sectores de la tierra. No eran muchas, solo cuatro, pero lo suficientemente grandes como para salvar a los sobrevivientes. Creadas con anterioridad en caso de emergencia las naves se encontraban ahí, esperando ser ocupadas. Para luego elevarse y permanecer en el aire, gracias a una fuente sustentable de energía. Al menos hasta que las condiciones fueran las adecuadas para continuar con el desarrollo de la vida humana.
Fueron pocos los que lograron acceder a los puertos de embarque, por lo que las naves partían del planeta Tierra sin siquiera alcanzar el número de pasajeros para el cual habían sido diseñadas. Dejando a muchos varados en la Tierra sin posibilidad de escape. Pero eso no desanimó a la gente. A pesar de las pérdidas sufridas y las diferencias, la humanidad decidió unirse y crear un orden para poder seguir adelante. Para poder afrontar su situación.
Las naves habían sido diseñadas en conjunto, a fin de poder ser ensambladas y crear así una enorme nave al combinarse. Todas las naves contaban con cuatro pisos, y en ellos una especie de helipuerto y una sala de comando ubicada en la planta más alta, un comedor en el segundo piso y alrededor de unas treinta habitaciones con baño privado en el tercer piso. Cada piso poseía de igual modo conjuntos de baños comunes.
Al unirse unas con otras, las naves lograban crear una especie de crucero o micro ciudad voladora. La nave UNO, contaba con un laboratorio y una sala de entrenamiento. La nave DOS, con un pequeño hospital y una sección de detención y seguridad. La nave TRES, por otro lado tenía una pequeña biblioteca y escuela. Y la nave CUATRO contaba con un almacén y una tienda donde se encontraba todo lo necesario para la supervivencia.
De este modo, con el paso del tiempo, los humanos comenzaron a adaptarse a la vida en la nave, pero sin dejar de buscar la manera de volver a la Tierra. Desde la creación de diversas tecnologías, armamentística o químicos. A fin de lograr que las personas pudieran afrontar las condiciones en las que se encontraba la Tierra. También, se creó un orden para regir las actividades desarrolladas.
Los sobrevivientes, por otra parte, se dividieron en diferentes grupos. Algunos de ellos se encargaban del orden y la seguridad, otros de la creación de nuevas tecnologías y armamentística, otros se ocuparon del desarrollo de la ciencia, la química y la física. También hubo quienes se dedicaron a la producción de alimento y su distribución y almacenamiento y quienes se dedicaron a la producción textil. Además de esto, aquellos que eran ya mayores o que poseían gran sabiduría, fueron los encargados de enseñar a los más jóvenes o con menos experiencia.
Con el pasar de los años, aquella sociedad logró asentarse en aquel lugar y al trabajo de esa manera. Comenzando a organizarse y a planificar tácticas y estrategias para regresar al planeta Tierra y tratar de recuperarlo.
Las primeras misiones no resultaron como se esperaba. Aquellas primeras naves enviadas en dirección a la tierra jamás lograron regresar. Varios hombres fueron perdidos y con ellos la esperanza del pueblo. Pero hubo un hombre que decidió no darse por vencido. Un hombre que decidió seguir luchando por recuperar su hogar. Por recuperar la Tierra.
Gracias a ese hombre, la esperanza volvió a los corazones de quienes se creían desolados. Gracias a aquel hombre, desde aquel día, se decidió que cada año se mandaría una nueva nave a la Tierra, a fin de explorarla y registrar su evolución. Hasta el día que fuese lo suficientemente estable como para ser habitada.
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RADIOACTIVE -Editando-
Science FictionLuego de un experimento fallido cada persona en la Tierra debió ser exiliada. Aunque no muchos pudieron lograrlo, ya que estaban contaminados o no contaban con los recursos necesarios. Varios años pasaron para que aquellas personas pudieran volver...