Desperté de repente, cuando mi sueño fue interrumpido por un ensordecedor ruido. Confundido, me levanté y tomé algunas de las prendas de vestir que colgaban de una silla a un lado de la cama. Me vestí rápidamente y salí para ver de dónde provenía aquel molesto sonido.
Los pasillos, teñidos de rojo a causa de parpadeantes luces, aparentaban indicar que algo andaba mal. Las sirenas parecían sonar cada vez más fuerte a medida que caminaba por los pasillos del edificio. La gente iba y venía a toda velocidad. A lo lejos logré divisar a Casey, quien caminaba rápidamente algunos metros delante de mí. La vi girar hacia su derecha, esquivando a su paso a todo aquel que se le cruzara. Decidí seguirla. Intentando alcanzarla, tan rápido como me era posible.
Luego de recorrer varios pasillos y bajar algunos pisos por las escaleras, llegó a un piso en el cual se encontraba una gran puerta blanca, de doble hoja, de unos tres metros de larga y se detuvo. La puerta tenia también luces rojas colocadas a cada lado. Se veía algo pesada, pero ella pareció abrirla sin problema.
Adentro de podían ver también varias personas yendo y viniendo, de un lado a otro. Algunos cargaban papeles, otros llevaban cajas, otros tenían unos aparatos de color negro que jamás había visto antes. Todos parecían estar muy ocupados.
-¡Casey, que bueno que llegaste!- Dijo un joven morocho y de ojos marrones. Era algo alto, bastante parecido a ella. Al notar mi presencia, me miró unos segundos. Ella giró su rostro para fijarse también en mí. Luego él volvió su vista hacia ella y murmuró en voz baja.- Tenemos problemas.
-¿Qué pasó ahora?- Preguntó ella acercándose a un gran ventanal que daba hacia afuera, y que hasta ese entonces no había notado que existía. Colocó su mano sobre el vidrio mientras examinaba el paisaje.
-Al parecer algo o alguien allá afuera ha descubierto nuestra ubicación y ha intentado ingresar a nuestra área sin autorización.-Respondió él. Ella despegó la mirada del vidrio y la dirigió hacia él. – Ya lo detuvimos. –Soltó de repente.
Un par de puertas similares a las que habíamos acabado de cruzar se abrieron a la derecha del salón. Dos hombres altos que parecían ser de seguridad entraron por ella. Ambos vestían completamente de negro y tenían una especie de casco del mismo color en sus cabezas que cubrían sus ojos. Entre ellos cargaban a una persona que tenía la cabeza cubierta con una tela negra. En cuanto vi lo que aquella persona tenia puesto supe de inmediato que era uno de los nuestros, el uniforme tenía el logo de la base. Deseaba no haber estado en aquel lugar. Deseaba haberme quedado en la terraza, solo, donde nadie pudiera decir conocerme y ponernos así en peligro. Deseaba que James no dijera nada sobre mí.
-Señor, este intruso intentó violar la seguridad del edifico. Lo interceptamos justo a tiempo, antes de que causara algún tipo de daño al sistema. –Dijo uno de los tipos.
El joven que estaba junto a Casey se acercó a donde ellos se encontraban y de un tirón quitó la negra tela del rostro de quien había intentado ingresar al edificio.
-James... - Solté en un susurro sin darme cuenta. Pero al parecer ellos si se dieron cuenta ya que ambos, Casey y el otro joven, se giraron hacia mí con expresiones severas.
-¿Qué?- Inquirió el chico.
-Oh, no. Nada. No... no dije absolutamente nada. – Trate de que mi nerviosismo no se notase, pero era claro que había sido completamente en vano.
Aunque él no le haya dado mucha importancia a lo que dije, ella sí lo hizo. Cuando él giro su rostro para ver nuevamente al "intruso", ella mantuvo su dura mirada en mí. Luego suspiro con pesadez y volvió a ver lo que el otro joven hacía.
-¿Quién eres?-Cuestionó él- Preséntate.- Demandó
James levantó la mirada y me vio. En cuanto lo hizo intenté decirle que no dijera nada sobre mí. Negando con la cabeza y moviendo mis labios gesticulando un No. Pero James era nuevo en esto, no tenía experiencia en la materia "Silencio".
-¡Thomas! – Soltó al verme.- Creí que te tenían cautivo...
-¿Se conocen? –Preguntó aquel chico.
-¡NO! – Dije rápidamente, mientras él exclamaba un 'Si', mezclando las palabras. Interiormente quise aniquilar a James en ese momento.
-¿Si, o no? – Cuestionó duramente.
-No.- Susurré negando con la cabeza, mirando a James directamente.
-Sí. Si nos conocemos. – Dijo James intentando soltarse del agarre de los guardias.- Thomas, es importante. Tu padre cree que te tienen cautivo aquí y piensa mandar agentes a buscarte.
-¿Cómo?- Volvió a preguntar el chico con un tono ahora indignado girando su cuerpo hacia mí. Yo lo miré sin saber exactamente qué decir.
-Evan... - Dijo ella, él la miró.- Prepara la iniciativa 3-14.
-¿Qué intentas decir? ¿A caso él es...? –Preguntó señalándome con su largo dedo índice, mientras su rostro mostraba un claro desagrado.
-Así es...- Respondió ella con simpleza...
-¿Qué es la iniciativa 3-14?- Preguntó James con preocupación en sus ojos.
-Mi padre va a molestarse cuando sepa de esto. – Dijo Evan levantando una de sus cejas. Ignorando completamente la pregunta de James.
-Él ya lo sabe... – Dijo ella.
-¿Y cómo permitió que se quedara? – Volvió a preguntar Evan. Señalándome discretamente con toda su mano.
-No lo sé... -Respondió ella negado con la cabeza y mirando hacia el piso.
Evan dirigió su mano izquierda al auricular en su oreja, presionó un botón y luego habló.
-¡Atención agentes! Prepárense para el lanzamiento de la iniciativa 3-14. Repito. Iniciativa 3-14 se dispone a ponerse en marcha. – Dijo para que luego las luces comenzarán a girar nuevamente, sólo que esta vez no se oía el sonido de la alarma.
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RADIOACTIVE -Editando-
Ciencia FicciónLuego de un experimento fallido cada persona en la Tierra debió ser exiliada. Aunque no muchos pudieron lograrlo, ya que estaban contaminados o no contaban con los recursos necesarios. Varios años pasaron para que aquellas personas pudieran volver...