Media hora más estuvimos sentados en aquella mesa luego de que Donovan se fuera. Ya habíamos terminado de comer, pero de igual modo nos habíamos quedado allí, conversando.
-Ven. - Dijo Kendrik poniéndose de pie. - Deberíamos ir hacia la sala de entrenamiento.
- ¿Entrenamiento? - Pregunté poniéndome también de pie.
-Sí, ya sabes... - Comentó moviendo los brazos.- Estos bebés no me mantienen solos...
Intenté contener la risa, pero una pequeña carcajada se salió de entre mis labios sin poder evitarlo. Kendrik se detuvo para mirarme, pero siguió su camino al instante. Caminé detrás de él por unos minutos. Salimos del comedor y caminamos por un amplio pasillo, hasta que este se abrió en dos. Entonces giramos a la izquierda y bajamos unas escaleras.
-Entonces, ¿tú también entrenas? - Le pregunté sorprendido de que alguien tan joven formase parte de este ejército.
-En realidad si.- Dijo él.- Pero no del modo que tú crees. Aunque te sorprenda, yo entreno mi mente. Soy el inteligente. pero Donovan es quien entrena su cuerpo. Él es parte de la seguridad del lugar.
-¿Seguridad ante qué?-Indagué.
-Aireados.- Respondió.- Nunca se sabe cuándo decidan atacar...
-¿Aireados?¿Qué sabes de ellos?- Interrogué con curiosidad.
-Son una leyenda. De esas de las que nadie habla, pero que todos saben. -Me dijo. - Hablar de ellos es un asunto delicado. De esos que vuelven el aire un poco más pesado. Más pesado que la radioactividad incluso. Sé que eres uno de ellos. - Añadió dejándome perplejo.
Dos grandes puertas metálicas se elevaban frente a nosotros. En cuanto nos encontramos más cerca, estas se abrieron. Permitiéndonos pasar sin problema. Aunque lucían bastante pesadas, debido a su espesor y materialidad, se deslizaron sin problema alguno. Ocultándose en los muros de los lados.
En lugar era inmenso y tan tecnológico como lo era todo el edificio. Por un lado, había máquinas de ejercitación; corredoras, escaladoras, prensas, remadoras. También había gran cantidad de mancuernas, de distintos pesos y tamaños. Por otro lado, bolsas para golpear y dos rings. A lo lejos se podía ver un sector vacío, pero que en el piso tenía una serie de marcas o medidas, no estaba muy seguro. Supuse que allí seria donde correrían o algo por el estilo. Estaba impresionado. Esta sala de entrenamiento era definitivamente mucho más grande y tecnológica que la que teníamos nosotros.
Más allá, sobre la izquierda, había otro par de puertas. A través de unos ventanales que se encontraban a los lados se veían largas filas de mesas con computadoras encima. A lo lejos otra puerta, esta vez un poco más pequeña. Una gran ventana alargada a su lado, casi de la puerta a la pared a más o menos un metro de altura. Dentro de aquella habitación, las luces estaban apagadas, por lo que no se podía ver bien qué había dentro.
- ¿Te gusta? - Preguntó Kendrik pero no esperó a que respondiera. - Genial, porque vamos a pasar las próximas dos horas aquí dentro... - Divisó a Donovan a lo lejos y me hizo una señal para que lo siguiese hasta él.
Los chicos iniciaron su entrenamiento. Mientras Kendrik ingresó a la sala de las computadoras, con Donovan permanecimos en el otro lado. Comenzando con su entrenamiento, Donovan me indico que lo siguiera e hiciera lo mismo que él y los demás hombres vestidos en aquel uniforme gris hacían.
Dos horas después, cuando el entrenamiento había terminado y Kendrik se nos había unido, nos encontrábamos sentados en el suelo hablando de cosas triviales. Entre ello, lo duro que había sido el entrenamiento. Excepto para Kendrik por supuesto.
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RADIOACTIVE -Editando-
Science FictionLuego de un experimento fallido cada persona en la Tierra debió ser exiliada. Aunque no muchos pudieron lograrlo, ya que estaban contaminados o no contaban con los recursos necesarios. Varios años pasaron para que aquellas personas pudieran volver...