-Entonces... ¿Dónde vamos?- Pregunté con curiosidad mientras caminábamos por el subsuelo del ÁREA 4, donde se encontraban todos los vehículos y aquellos robots.
-A uno de los talleres.- Respondió. Su atención estaba en el camino. – Por aquí.- Dijo abriendo una puerta.
El espacio era bastante grande. Una especie de galpón con una importante doble altura. Adentro había distintos tipos de maquinarias. Desde unas muy pequeñas y maniobrables, hasta unas realmente grandes. Paseamos entre ellas, mientras buscábamos algo que no sabía qué era. Bueno, no lo sabía hasta que lo vi. Sentado detrás de una de las maquinas, observando lo que hacía con suma concentración. Su cabello estaba revuelto, pero no lucia cansado. En realidad parecía estar disfrutando.
-¡Hey, Müller!- Dijo ella y éste levantó la vista.
-¡Casey!- Dijo con alegría. - ¡THOMAS!- Agregó emocionado al verme.
Rápidamente se puso de pie y se acercó a saludarnos. No había pasado mucho tiempo desde la última vez que nos habíamos visto, pero parecía haber crecido bastante. Se lo notaba más alto. Y podría decirse que hasta más maduro.
-¿En qué estás trabajando ahora?- Indagó la Militum mientras observaba lo que se encontraba sobre la mesa.
-Oh, bueno...- Comenzó él.- Escuché las noticias y comencé a idear un nuevo sistema de comunicación. Principalmente entre personas, pero también funcionara con los Navigators. Si sigo trabajando, supongo que en un par de días lo puedo a terminar. – Dijo orgulloso de sí mismo. Ella sólo asintió sonriendo.
-Escuché que planeas convertirte en soldado.- Comentó mirándome a mi esta vez.- ¿Cómo va eso? –Preguntó.
-Todavía me quedan tres pruebas más por dar, pero espero que me vaya bien. –Respondí.
-También escuché que sos su entrenadora.- Dijo observando a Casey.- Ten piedad de él, -Le pidió.- el pobre no es muy bueno.- Agregó haciéndonos reír a los tres.
Estuvimos con Kendrik un par de horas. Hasta las dos, precisamente. Y luego nos despedimos. Debíamos volver al ÁREA 3 para continuar con el entrenamiento. En alguna parte del camino, nos separamos. Me dirigí a las arenas, mientras ella fue a encontrarse con los otro cuatro. Alrededor de quince minutos después, cuando ya todo el mundo se encontraba en la arena, las puertas volvieron a abrirse y entraron los cinco con su tan peculiar modo de caminar.
-¡Reclutas!- Dijo a viva voz el más musculoso.- Buenas tardes. Como todos saben, las jornadas de la tarde son para reforzar los ejercicios trabajados durante la mañana. Debido a un suceso de último momento, se decidió hacer un cambio. Esta tarde no habrá entrenamiento.- Dijo y muchos de los presentes comenzaron a festejar, pero éste continuó.- Tendrán la siguiente prueba.
El silencio colmó el lugar. Todos comenzaron a observarse entre sí, sin entender el porqué de tan repentino apuro. Evan fue el siguiente en hablar, explicando cómo se desarrollaría la actividad. Una vez que hubo terminado, nos dividimos en los grupos de siempre. Sin decir nada más cada uno se dirigió al espacio que le correspondía. Sin excusas, sin razones, sin explicación alguna. Ninguno de los cinco Militum presentes, dijo palabra alguna sobre las razones del cambio.
Manejo de armas. Esa seria nuestra nueva prueba. Agradecí que lo fuera, podía ser bastante bueno en eso. Sobre una de las paredes de la habitación, se encontraban ocultas innumerables tipos de armas. Desde cuchillos, hasta rifles, tasers y muchas otras que nunca antes había visto.
La prueba consistía en seleccionar el arma que quisiéramos y dependiendo de que arma eligiéramos debíamos mostrar nuestra habilidad para manejarla. Desde blancos estáticos, hasta blancos móviles se encontraban en el lugar. Algunos de ellos eran blancos virtuales, mientras que otros eran reales. No porque fuesen personas ni nada de eso, sino porque se podían tocar.
Seleccione una que conocía bien, e hice lo mejor que pude con ella. Mis blancos fueron móviles y virtuales. Aunque se movían a una gran velocidad, pude acabar con gran parte de ellos.
***
Al finalizar las pruebas, cada uno tomo un camino diferente. Aunque por todos lados se oían los susurros de las personas preguntándose cuál sería la razón de la anticipación de los entrenamientos. Una duda que también yo tenía. Y que esperaba poder aclarar.
-¡Hey!- Dije acercándome a Casey mientras ella preparaba sus cosas para marcharse.
-¡Hey!- Dijo ella a modo de respuesta, levantando su cabeza para verme.
-¿Estarás libre las siguientes horas?- Pregunté.
- Bueno, eso depende.- Respondió comenzando a caminar.
-Bien, porque me gustaría obtener las respuestas que llevo esperando por mucho tiempo.-Le dije
-Oh, ¿enserio? –Dijo ella riendo.
-Quisiera saber, al igual que todos aquí, el motivo del adelanto de los entrenamientos. – Dije observándola, esperando que respondiera.
-El tiempo no está precisamente de nuestro lado. Esa es la razón. – Dijo.
-¿Qué eran todos esos cuerpos que vimos aquella vez en la nave? – Dije haciendo otra pregunta.
- Personas.- Respondió ella mientras caminábamos por los pasillos.
- Pero, por qué... -Comencé a decir, pero fui interrumpido por un empujón. Cuando me di cuenta lo que sucedía, noté como estábamos dentro de una sala en la cual nunca antes había estado.
-No deberías hablar sobre eso en frente de todos. – Dijo a modo de regaño.
-¿Les ocultan cosas a su propia gente?- Pregunté con un haz de indignación.
-No es eso. – Susurró ella rápidamente.- ¿Cómo creerías que reaccionaria la gente si supiera que la guerra ruge detrás de esas paredes? No están preparados para esto. Aún no. – Continuo, susurrando furiosa.
- ¿A qué te referís?-Pregunté helado. Ella inhaló profundamente.
-Thomas, -Comenzó como si buscara las palabras adecuadas para decir lo que seguía.- están preparando un ejército. Todas esas personas que vimos aquella vez en la nave, todas esas máquinas... Todo es parte del experimento. Los están preparando para la batalla. Están interviniendo sus adn's. Los están convirtiendo en armas mortales. Los están convirtiendo en SUS armas. Quieren concretar su objetivo y no van a dudar en destruir todo a su paso. Vienen por todo.
-¿Por qué? –Susurré.- ¿Por qué no pueden simplemente aliarse y vivir juntos en paz?
-Porque no podemos. Porque a veces el hambre de poder en más grande que cualquier otra cosa, Thomas. Porque a veces hay personas que creen que si no los ayudamos a tener o ganar poder, no les servimos. Porque para ellos somos fallas. Lo que nunca debió suceder. Lo que se salió de las manos. Porque para ellos, nosotros no somos más que un problema. Una piedra en el zapato. – Sonrió hacia un lado con nostalgia.- Solíamos ser uno, una gran sociedad. –Dijo.- Pero ahora, ahora somos la resistencia.
-¿De qué lado estarás en el campo de batalla? –Preguntó luego de unos segundos de silencio. Segundos que parecieron ser horas.
-Estaré del lado justo.- Respondí, y ella me miró esperando que le explicara.- Estaré de tu lado.- Agregué tomando su mano, en un intento por confortarla.
-Me alegra oír eso.- Dijo sonriendo.
Me acerqué a ella y tomando un mechón de cabello que escapaba de su peinado lo coloqué detrás de su oreja. Nuestras frentes se unieron. Y cuando creí que lo que esperaba iba a pasar, su localizador sonó. Haciendo que ambos nos sobresaltáramos y chocáramos las cabezas.
-Debo irme.- Dijo ella señalando su muñeca. – Te veo en la cena.- Agregó, para luego, sin más, salir de la habitación.
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RADIOACTIVE -Editando-
Science FictionLuego de un experimento fallido cada persona en la Tierra debió ser exiliada. Aunque no muchos pudieron lograrlo, ya que estaban contaminados o no contaban con los recursos necesarios. Varios años pasaron para que aquellas personas pudieran volver...