16.

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Eran pasadas las 3 de la madrugada y Harry aún no llegaba, y eso estaba preocupando mucho a Louis. No había podido dormir pensando en el rizado y en que estado se encontraria, habia salido muy temprano con Niall y ni siquiera le dijo a donde.

Odiaba sentirse asi de preocupado, lo odiaba y con Harry siempre se sentiria asi porque él sabia que el rizado era un misterio y nunca sabia que esperar de él.

Pasó horas sentado en el sofá viendo la televisión o tratando de hacerlo, tenia unas grandes ojeras y se estaba muriendo de frío pero no se dormiria hasta que Harry llegara.

Lo había llamado muchas veces, mas de las que alguna vez pudo imaginar que llamaria a alguien y no respondió, llamó a Niall y su celular estaba apagado y en lo único en lo que podia pensar era en que algo malo habia pasado.



Harry por supuesto no habia dejado de pensar en Louis ni por un momento y claro que recibió las llamadas pero no estaba preparado para escucharlo hablar... todavía. Cada palabra que aquella mujer habia dicho todavía estaban en su mente y no había manera de que éstas salieran.

Y sabia que se lo merecia, se merecia cada cosa que le estaba pasando porque él habia lastimado a muchas personas de muchas maneras y no le habia afectado en nada.

Y le estaba pidiendo a Dios que lo ayudara, porque necesitaba saber que hacer cuando llegara a casa y viera a Louis, porque estaba seguro de que cuando lo viera no iba a poder ser fuerte y se iba a echar a llorar y no era lo que queria porque necesitaba verse fuerte para Louis, porque ahora era él el que necesitaba ayuda.

Ahora no hacia mas que dejar que una chica le hiciera un oral porque necesitaba olvidar aunque sabia que de nada servia.

Además, sabia que esa chica iba a ser la última que iba a follarse.

—¿Te gusta? —preguntó ella viendo sus ojos mientras seguía chupando y lamiendo.

Él asintió y ni siquiera estaba sintiendo nada.

Alejó a la chica y luego la tomó de la cintura para quitarle sus bragas y penetrarla fuertemente, sin importar que le doliera.

Queria que alguien sintiera el dolor que él estaba sintiendo aunque también sabia que eso no funcionaria porque su dolor era algo que no todo el mundo lograria soportar.

Ella gemia como la puta que era y cuando menos lo esperó se había corrido, luego se fue de ese lugar y tomó el primer taxi que vio. Realmente queria irse de ese maldito lugar porque cada cosa le hacia recordar a Louis y ver a todas esas personas sintiendo placer solo le causaba mas asco del que ya tenia.

Bajó del taxi y pagó, se tomo lo último que quedaba del whisky, encendió otro cigarrillo y subió las escaleras.

Estaba dudando si entrar o no entrar pero no tenia otra opción a menos que quisiera dormir en la calle y definitivamente eso no era lo que queria.

Antes de abrir apagó el cigarro, Louis estaba con una taza de café en sus manos y sentado en el sofá con la televisión encendida.

—¡Harry! —dijo y se acercó a abrazarlo. —Dios, estaba muy preocupado, amor.

Louis se separó viendolo con el ceño fruncido al ver que Harry no le habia correspondido el abrazo.

—¿Hazz?

—Dejame solo. —fue lo único que dijo con la voz muy ronca.

—Estabas fumando.

—¿Y qué? ¿Hay algún problema con eso?

My sweet salvation. {Larry Stylinson}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora