Danielle me miró estupefacta y yo me encogí de hombros.
—¿Nos disculpan un momento?—. Dijo antes de jalarme lejos de ellos.
—¿¡Rachel estás loca!?—. Susurró, bueno casi.
—No, ¿por qué?—.
—¡Vas a subirte a ese cacharro! ¿Planeas suicidarte?—.
—¡No! Yo solo... sólo es un reto y nada me va a pasar—. No sé a quien trataba de convencer si a ella o a mi misma.
—Pero vimos aquella película y las personas salían volando y se estrellaban en...
—¡Era sólo una película Danielle! Eso no pasa en la vida real y...
—¡Bien! Haz lo que quieras pero en tu funeral no llevaré pastel—.
Me reí.
—Basta de robarte frases de libros—.
Ella hizo un puchero.
—Bien, vamos... ¿y dónde están mis papas?—.
—En la mesa donde te encontré... pero como estabas de coqueta con Sam se te olvidaron por completo—. Dije antes de reírme.
—Oh, vaya... es que él es una buena distracción ¿crees que tenga novia?—.
—Nah—ella sonrió—o tal vez...
—¡Ni lo digas! No quiero tu mala vibra por aquí así que vete a tu jueguito extremo antes de que digas algo mas—. Me empujó hacia donde habíamos dejado a los chicos.
—¿Ya terminaron de hablar? Tardaron horas—. Dijo Sam con voz perezosa mientras pasaba una papita frita por la catsup.
—¡Ey! Son mías—. Dijo Danielle antes de lanzarse por ellas.
—Disculpalo—se rió Logan—las papas son su perdición... así como los nachos, las palomitas, el helado y toda la comida chatarra que conozcas—.
—¿En serio?—preguntó mi amiga mientras se pasaba un mechón de cabello rubio por detrás de la oreja—yo también amo la comida chatarra—.
—Si, me di cuenta por como te me lanzaste hace unos momentos—.
Entonces ocurrió algo que nunca en mi vida había visto: Danielle Jones, la chica mas atrevida que conozco, se sonrojó.
—Lo siento—. ¡Susurró avergonzada!
—No hay problema, linda—.
Ella levantó la mirada y sonrió, cualquier signo de pena se había esfumado y en ese momento supe, que ellos no se separarían jamás.
Me preguntaba si eso me pasaría alguna vez, conocer a una persona y saber que era con quien iba a estar para siempre.
Miré a Logan quien me sonrió y rodó los ojos luego tomó mi mano y me alejó de nuestros raros amigos.
—Demasiada miel ahí, que bien que te saqué antes de que te contagiaras—él se rió levemente—y ahora vamos a aquel juego del demonio—.
Me llevó a través de las diferentes atracciones sin dejar ir mi mano, la cual se veía pequeña envuelta en la suya, hasta que llegamos a la maldita montaña rusa.
—Estás muy callada ¿qué ocurre?—. Preguntó cuando nos formamos en la fila.
—Nada, sólo pensaba que tu mano es mas grande que la mía—.
Joder Pensé.
—Perdón no quise decir eso...
Él bajó la mirada hasta nuestras manos como si apenas se hubiera dado cuenta que estaban unidas y luego me soltó.
No sé por qué pero me sentí mal con eso.
—Lo siento, no me había dado cuenta que tenía tu mano de prisionera... creo que fue porque se sentía bien—. Eso último lo dijo en un susurro pero lo alcance a oír.
—Si, opino lo mismo—. Sonreí y entrelacé nuestros dedos nuevamente.
Él me miro con sorpresa pero sólo duró un segundo ya que después me regaló otra de sus sonrisas y afianzó su agarre en mi mano.
—Nunca había...
Empezó a decir él pero lo cortaron cuando gritaron mi nombre.
Yo me giré y busqué a quien me llamaba.
Era Jeremy.--------------★--------------
—Rachel, cariño—dijo mi amigo sin aliento por la carrera—¿qué haces aquí? Creí que estabas comiendo—.
—Lo estaba pero luego Logan me retó a subir—. Señalé al juego.
—¿Logan?—. Jeremy lo miró y luego a nuestras manos unidas.
Me aclaré la garganta e intenté soltar mi mano pero Logan no me dejó.
—Si, un viejo amigo—. Mentí. Si le decía a Jeremy que apenas lo conocía pondría el grito en el cielo.
—Logan, este es mi amigo Jeremy—.
—Hola, ¿que hay?—. Saludó educadamente y Jeremy asistió en su dirección sin decir nada mas.
Nosotros avanzamos un poco mas en la fila y el tipo encargado del juego gritó.
—¡Bien gente, sólo son veinte personas por vuelta!—.
—Somos los siguientes Rachel, vamos—. Logan jaló mi mano y yo me giré para despedirme de mi amigo.
—Los alcanzo en un rato ¿si?—.
Jeremy sonrió pero la sonrisa no iluminó sus ojos como lo hacía siempre.
—Si iré por ellos y nos vemos en el Splash ¿ok?—.
Yo asentí y me fui con Logan.
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¿Ves esa estrella?
Ficção AdolescenteSinopsis. "Nada importa, la vida es una mierda" Esto es lo que piensa Logan Parks desde hace dos meses. "Hay cosas en la vida por las que vale la pena luchar" Dice Rachel James. ¿Dos personas que piensan diferente se pueden llevar bien? ¿Podrá uno...