¿Ves esa estrella?

Capítulo 6. ¿Quieres que te lleve?

Sentía mi mejilla arder donde Logan me había besado.
—¿Quieres?—. Preguntó mientras me invitaba de su algodón de azúcar.
Yo asentí y le quité un pedazo justo cuando los gemelos bajaban del juego todos mareados.
—¡Eso fue divertido! pero... ahora sí que tengo nauseas—. Dijo Tony.
—Coincido—. Tyler se estaba agarrando la cabeza.
—Bien chicos ¿listos para irnos?—. Les preguntó Derek mientras se acercaba con Lucy a su lado.
—¿Ahora?—. Protestaron lo gemelos.
—Si, ya es tarde y debo dejar a las chicas en sus casas—.
Los hermanos hicieron una mueca pero accedieron ya que estaban demasiado mareados para contradecir a su hermano.
—¿Vienes Logan?—Preguntó Derek—puedo acercarte a tu casa—.
—No, gracias amigo, traje mi auto—.
—En ese caso nos vemos ¿vale? No sé si Rachel te comentó pero tenemos una reunión el sábado... nada importante, tal vez puedas ir—.
—Seguro—. Chocaron un puño a modo de despedida. Luego se acercó Lucy.
—Un gusto conocerte Logan, espero que Rachel te lleve el sábado, de verdad sería genial si fueras—. Le dio un beso en la mejilla cuando terminó.
—Igual, fue genial y espero que lo haga también... sino la invitaré yo a  otro sitio—. Eso último lo dijo en un susurro pero lo alcancé a oír, sin embargo hice como que no.
Lucy sonrió satisfecha, dijo adiós y se hizo a un lado para que los gemelos se despidieran.
—¡Amigo!—empezó Tyler—Eres súper, tienes que ir a casa algún día para jugar en nuestro Xbox, apuesto a que no eres igual de bueno en los juegos virtuales como en los de aquí—.
Logan se rió con ganas.
—Tyler ¿en serio crees eso?—.
—Yo digo lo mismo—confesó Tony—así que en serio debes ir el sábado o sino le haremos bullying a Rachel hasta que llegues—.
—¡Oh Dios! No por favor—. Supliqué.
Todos se rieron, dijeron adiós una vez mas y luego comenzaron a alejarse.
—Te esperamos en el coche Reich—. Me dijo Lucy con un guiño.
Ellos nos dejaron a solas y estuvimos en silencio hasta que Logan lo rompió:
—¿Quieres que te lleve?—. Preguntó agitando sus llaves. Yo lo miré con sorpresa.
—¿De verdad tienes auto?—.
—Dah, obvio ¿Por qué lo habría dicho si no? Es de mamá—dijo algo avergonzado—me lo presta a veces—.
—No sé... sólo olvídalo y creo que es genial, mi papá nunca me prestaría su auto, lo ama demasiado... tal vez mas que a mi o a mis hermanos—.
—¿Tienes hermanos?—Yo asentí—¿cuántos?—.
—Solo dos, son mas pequeños que yo; Cassidy tiene nueve y Chris cinco—.
—Vaya... hermana mayor ¿uh? ¿Cuantos años tienes?—.
—18 desde hace un tres meses—.
—¿Y es difícil ser la mayor?—.
—Nah, me encanta estar con ellos... ¿y que tal tú? ¿Hermanos? ¿Que edad tienes?—.
—19 y no, no tengo hermanos, solo somos mamá y yo aunque últimamente ha estado saliendo con un tipo; Chad, es agradable y me gusta para ella—.
—¿Puedo preguntar por tu papá?—. Él se encogió de hombros.
—Solo sé que nos dejó cuando tenía tres años, mi madre nunca habla de él y para mi, mejor... ¿me prestas tu teléfono?—.
Me sorprendió la información que me dio y saqué de mi bolsillo el aparato para entregárselo sin pensar.
—¿Para qué?—. Pregunté tímidamente mientras él presionaba algo.
—Shhhh...
Se llevó un dedo a los labios para indicarme que guardara silencio.
Dos segundos después empezó a sonar "Amsterdam" de Imagine Dragons en su celular. Él cortó la llamada con una sonrisa en su rostro y me devolvió mi teléfono.
—¿Y eso para qué?—. Pregunté extrañada.
—Guardaba nuestros números—.
—Ah, pudiste habérmelo pedido—.
Él puso los ojos en blanco.
—Así no hubiera sido divertido, Reich—.
Ahora yo rodé los ojos.
—Lo que me recuerda señor Parks, ya le llamaré para darle todos los detalles de mi pequeño plan para hacer que cambie de opinión.
Él suspiró.
—En ese caso no creo que un plan pequeño sea la mejor idea—.
Le di un codazo en las costillas.
—¡Ay! ¿y eso por qué?—. Se quejó mientras caminábamos hacia la salida.
—No seas tan pesimista ¿quieres?—.
—Mis costillas lo tendrán en cuenta—.