¿Ves esa estrella?

Capítulo 18. ¿Ves esa estrella?

Está bien, quizás Logan si tenía razón y todo fue bien con mis padres.
Aceptaron que fuéramos novios y Logan dijo que haría algo para que lo visitara en su casa y conociera a su madre ahora que lo nuestro era un hecho.
Bien, ahora sí que tenía nervios y me preguntaba si Logan se habría sentido así cuando le presenté a mis padres.
Claro que una cosa era hacerlo formal con mi familia y otra con mis amigos, aunque tenía el presentimiento de que se lo tomarían bien y empezarían con algunas de sus bromas.
Sólo tenía que encontrar el momento adecuado para decírselo a todos.
Apenas habían pasado tres días cuando encontré el momento de dar la noticia.
Logan pasó por mi esa tarde para nuestra primer salida oficial como novios, nada especial, sólo un momento para nosotros solos.
-¿Y bien? ¿A dónde vamos?-. Le dije con entusiasmo mientras entrábamos en su coche.
-Hay un mirador a las afueras de la ciudad, sólo he estado una vez allí cuando estuve en la secundaria pero espero que siga siendo igual de fantástico que cuando vine-.
No puedo evitar reírme.
-De eso tiene como cinco o más años, espero que siga en pie por lo menos-.
-¡Oye! Ya lo verás, te gustará, además nos preparé algo de comida pero... -interrumpió cuando notó que yo la buscaba- es para cuando lleguemos señorita-.
Hago un puchero.
-No me pongas esa cara... sabes que me hace débil-. Dice a modo de reproche pero tiene una amplia sonrisa en el rostro.
-Por faaaavooorrr-. Me quejo.
-Nada, nada... y no me has dado mi beso de "Hola novio, te extrañé"-.
No puedo evitar reírme, siempre le pone nombres raros a cosas tan comunes... y me encanta.
-¿No importa que estés conduciendo?-. Le paso un dedo desde su muñeca al hombro y él se aferra al volante con fuerza.
-Siempre puedo parar el auto, ya sabes-. Levanta ambas cejas.
Yo me inclino y beso su mejilla.
-Mejor espera a que lleguemos-.
Pone mala cara pero sigue conduciendo mientras yo busco algo que me agrade en su repertorio musical.

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Una vez que llegamos, no perdió el tiempo mientras detenía el coche y me lanzaba su sonrisa característica, esa que decía que estaba a punto de salirse con la suya.
Me acerqué a él, extendió sus manos y acunó mi rostro en ellas. Dos segundos más tarde sentí sus labios rozar los míos.
¿Cómo me había perdido de esto durante tanto tiempo? Pensé mientras me besaba profundamente.
-Hola novia, te extrañé-. Dijo cuando nos separamos por falta de aliento.
No podía formar un pensamiento coherente, mucho menos una oración.
Él sonrió satisfecho por mi reacción y luego acarició mi mejilla antes de salir del coche.
Tardé unos segundos en recuperarme pero luego lo imité y salí del coche.
El sol se estaba ocultando y vaya que era todo un paisaje que te hacía creer en Dios.
-Rachel, necesito un poco de ayuda aquí cariño-. No puedo evitar estremecerme, nunca me habían dicho cariño, a menos que fuera alguien de mi familia claro.
Sonreí y me acerqué a mi novio, quien sacaba algunas cosas de la parte trasera del auto.
-¿Qué ocurre?-.
-Vamos a llevar esto en esa dirección-. Cerró la cajuela y puso la alarma mientras yo recogía una cesta y una bolsa de dormir. Logan recogió una hielera pequeña y una bolsa grande y luego lo seguí por un sedero apenas visible hasta donde estaba la barrera del mirador, él la cruzó sin problemas pero yo dudé.
-¿Es seguro que atravesemos esto?-. Él se volvió y sonrió ampliamente.
-No te preocupes por la altura Rachel, estaremos bien, te lo prometo-.
-No lo digo por la altura-. Murmuro.
¿O si? No, claro que no.
Ese miedo estaba erradicado.
Sigo a Logan, que parece conocer todo perfectamente, por una vereda zigzagueante y estrecha hasta que el camino ya no es bajada sino que vuelve a ser plano y lleno de árboles espesos que atravesamos por un largo rato.
-¿Es buena idea dejar el auto tan lejos? Porque creo que... Wow-.
Ok, creo que lo que estoy viendo es completamente irreal, quizás los árboles que acabo de dejar atrás eran un portal o algo así porque frente a mi está algo que parece un escenario de película, no la ciudad en la que vivo.
Enmarcada por un cielo que le acaba de decir adiós al sol, el cual a modo de queja ha dejado un desastre de colores a su paso.
Interrumpo mis locos pensamientos cuando escucho la voz de Logan.
-Sabía que te gustaría-. Sonríe feliz y yo corro a abrazarlo. No fui consciente de cuando dejé caer las cosas que traía pero si que noté cuando el soltó su carga para atraerme a sus brazos.
Sigo mirando la ciudad maravillada y después de un rato digo:
-Es perfecto, Logan, gracias por traerme-.
Me estrecha contra él y besa mi cabello.
-Te amo-. Me aparto y busco su mirada.
-También te amo-. Sonrío y uno nuestros labios.
Se estremece y me besa por un largo rato.
-Quería... quería decirlo en un lugar que compensara mi confesión en tu habitación, sentía... que no había sido correcto-. Dice mas tarde y yo sonrío.
-Te luciste... pero aquella confesión no fue tan mala como crees, me encantó-. Lo beso nuevamente mientras paso mis brazos por su cuello y mis dedos llegan a su cabello. Él se ríe y se aparta.
-Si seguimos así no vamos a comer-.
-La comida puede esperar-. Murmuro y él arquea una ceja.
-No puedo creer que hayas dicho eso-. Suelta una carcajada mientras recoge la bolsa que traía y comienza a sacar unas mantas.
-Es tu culpa-Le sonrío-antes de conocerte la comida y mi cama eran mi único amor-. Deja lo que está haciendo con el saco de dormir y se vuelve hacia mi con una expresión que no reconozco.
Me inquieto cuando se acerca a mi rápidamente.
-¿Soy tu único amor ahora?-. Ahí está, otra vez su sonrisa característica.
-Supongo que hay cierto cambio de posiciones, si-. Sin dejar de sonreír se inclina con intenciones de besarme de nuevo pero lo esquivo y él me mira perplejo.
Casi me río de su expresión pero me controlo y digo:
-La comida ¿lo olvidas?-. Le doy la espalda y voy a ver que trae de comer para ponerlo sobre la hielera.
Logan tarda en recuperarse pero vuelve a lo que estaba haciendo, sin embargo, cuando pasa a mi lado murmura:
-Ya verás-.