Capítulo 5. Tengo una idea

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—¿Qué quieres decir con tu segunda familia?—. Preguntó Logan detrás de mi.
—Mis amigos... ellos son como mi familia sólo que están mas locos—. Me reí.
—Ah... ya entiendo—ahora él se rió—estaba pensando que me llevarías a conocer a tu familia real—.
—Ah, ah, no te haré pasar por eso, siempre que llevo un chico a casa ellos empiezan a decir barbaridades—. Logan volvió a reírse, me gustaba su risa, no era escandalosa o tonta o con chillidos, la suya era tranquila y contagiosa... me gustaba oírla así que me prometí hacerla salir mas seguido.
—Tierra llamando a Rachel—. Dijo a un lado mío.
—Oh... lo siento, estaba pensando ¿qué decías?—. Pregunté apenada y él me sonrió.
—¿Pensabas? ¿En mí?—. Me hizo ojitos.
Lo miré entre divertida y extrañada.
—Ya quisieras—.
—Por supuesto, entonces te decía que ¿Qué tipo de barbaridades dice tu familia?—.
—Ah, ya sabes... cosas vergonzosas sobre mi—. Confesé entre dientes.
—¿En serio? Entonces creo que sí deberíamos ir a tu casa, me gustaría saber tu vergonzoso pasado, apuesto a que tienen un álbum tuyo con excelentes recuerdos de tu infancia que odias—.
Me reí. Cada vez creía mas que Logan podía leer mentes.
—Algo así... pero en ese caso me gustaría que fuera un ojo por ojo y álbum por álbum—.
—¡Hecho! Mi mamá tiene una foto mía desnudo de cuando era bebé así que seguro te gustará—. Él me guiñó un ojo.
—Oh Dios mío—me cubrí el rostro con pena—eres imposible—. Se rió y me quitó el oso de las manos y se agachó frente a mi como lo había hecho antes en la montaña rusa, sin embargo esta vez no dudé en subirme ya que ahora sabía de lo que era capaz.
—Eso es Reich ya vas aprendiendo—. Dijo mientras me llevaba de caballito.
—Oh cállate, sólo no quería dar otro espectáculo—. Le di un golpe en la cabeza.
—¡Ouch! Mala idea pequeña—. Dijo antes de correr conmigo a través del parque de diversiones. Yo grité y me aferré a su cuerpo con mis brazos y piernas.
—¡Estás loco!—Le dije entre gritos y risas—¡nos vamos a estrellar!—.
Él no paraba de reír pero poco a poco fue disminuyendo su carrera hasta seguir caminando normal.
—¡Estás loco!—. Repetí sin dejar de reírme.
Unos segundos después llegamos al Splash (un juego donde te llevaban a través de una charca para después bajar por una cascada que salpicaba a todo el mundo, eso era lo mas divertido) donde estaban mis amigos esperando.
Primero nos vio Lucy quien puso una cara de sorpresa y luego sonrió abiertamente. Ella le dijo algo a Derek ya que él nos miró igual con sorpresa y luego empujó a Tony y Tyler para llamar su atención. Los gemelos arquearon una ceja al vernos y luego se codearon entre ellos, lo cual me hizo suspirar, ya podía oír sus bromas al respecto.
Finalmente Jeremy nos vio, parecía molesto.
—Supongo que ahí está tu familia—. Dijo Logan. Yo asentí y él me bajó.
Caminamos lo poco que quedaba y llegamos con mis amigos.
—¿Y bien?—. Pregunté cuando llegué con ellos.
—¿¡Y bien!?—Exclamó Jeremy molesto—¡llevamos esperándote horas Rachel! Y luego Danielle se largó con un tipo y nos dijo que no tenía ni idea de donde estabas ¡creí que iban a estar juntas! ¿Sabes como de asustado estaba? Y luego te encuentro y estás feliz de la vida con un....
—Cálmate Jeremy ya está aquí, está bien, no le pasó nada—. Dijo Lucy mientras rodaba los ojos.
—¡No te metas! Esto es entre ella y yo—.
—¡Hey!—Derek lo empujó—no le hables así, además tiene razón, Rachel ya está aquí así que déjalo pasar—.
—¿¡Que lo deje pasar!? Es fácil para ti decirlo, tú no eras el preocupado ¿y si hubiera sido Lucy?—.
—Jeremy ¿quieres calmarte? Estás llamando la atención de las personas con tu drama—. Murmuré incómoda.
Él me miró sorprendido.
—¿¡Drama!? ¿Cómo puedes decir eso? Estaba preocupado por ti—.
—Deja de gritarle—interrumpió Logan—no fue su culpa, si estás buscando al culpable ese soy yo, la entretuve mucho tiempo pero ahora está aquí y no le ha pasado nada, hazle caso a tu amigo y déjalo pasar—.
—¿¡Y tú quién te crees que eres para venir a decirme que hacer y que no!?—.
—¡Jeremy Lucas Summers! Cállate de una buena vez—. Le reprendí.
Mi amigo me miró asombrado pero después volvió a fruncir el ceño.
—¡Bien! Pero la próxima vez que te pierdas no iré a buscarte—. Él se dió la vuelta y comenzó a alejarse.
—¡Haz lo que quieras! Me da igual—. Le grité en respuesta.
Cuando se perdió entre la multitud Lucy dijo:
—Vaya primera impresión—sonrió a Logan y le tendió una mano para saludarlo—Hola, Soy Lucy Ryan—. Ellos se estrecharon la mano, amaba eso de mi amiga, siempre lograba quitarle algo de hierro a alguna situación incómoda.
—Hola Lucy, soy Logan Parks y no hay problema, tu amigo estaba algo fuera de si—.
Ellos se rieron.
—Yo diría que muy fuera de control—Dijo Derek mientras se acercaba riendo a saludarlo—me llamo Derek Sullivan y estos encantadores gemelos son mis hermanos menores; Tony y Tyler—.
Los señaló a cada uno respectivamente mientras decía sus nombres.
—¿Que hay Logan?—. Dijeron al unisono mientras le hacían un saludo militar.
Él volvió a reírse y les devolvió el saludo.
—Descansen soldados—. Les dijo para seguirles el juego.
—Y bueno ¿vamos a divertirnos ahora o qué?—. Dijo Lucy con entusiasmo.
El resto del día seguimos subiendo a diversos juegos o compitiendo en los juegos de destreza en los cuales yo era un asco y Logan el mejor.
Les consiguió unas pistolas de agua a los gemelos en un juego de pelota.
Y en los dardos ganó unas camisas a juego para Lucy y Derek en las cuales se leía "Sr. Y Sra." Mi amiga obligó a su novio a ponérselas en ese momento y todo el día las usaron para que quedara claro que eran pareja.
Me sentía mal porque él no tuviera un premio así que me separé de ellos con la excusa de ir al baño pero en realidad fui a un juego de pesca donde tenías que atrapar un pez de plástico el cual en la parte de abajo tenía escrito lo que habías ganado.
Era fácil así que me dirigí a el. Pagué para jugar y con mi caña me concentré en pescar.
Después de unos minutos de espera al fin lo logré, saqué el pez y se lo entregué a la mujer del local.
—Bien cariño, te ganaste un animalito de peluche, tengo osos, leones, monos, etc. Así que escoge el que mas te guste—. Miré los peluches y había una gran variedad.
¿Que le gustará a Logan? Pensé. ¿Un oso? No. ¿Un panda? Eran lindos pero no. ¿Que tal un leoncito? No. ¿Y la serpiente? Me agradaba la serpiente, tal vez a él también le gustaría.
Sonreí y miré a la mujer.
—Esa de ahí—.
Ella me miró sorprendida pero me la entregó y yo me fui feliz con mi serpiente en el cuello.
Cuando llegué con los chicos ellos estaban esperando a los gemelos, quienes estaban en las tazas locas. Lucy y Derek estaban un poco alejados charlando mientras Logan compraba un algodón de azúcar, al verme sonrió.
—¿Y eso?—. Preguntó señalando a la serpiente.
—Oh, la conseguí en un juego—me la quité del cuello y se la tendí—es para ti—. Dije avergonzada.
Me miró con sorpresa pero luego la tomó y se la puso en el cuello tal y como yo lo había hecho.
—Genial, gracias Reich, la verdad es que siempre quise una serpiente de mascota pero mamá no me dejaba, decía que eran muy peligrosas... pero ahora puedo tener una—. Me sonrió abiertamente.
—No fue nada, además te lo debía por todo lo que te he hecho pasar el día de hoy—. Le sonreí de vuelta.
Soltó una carcajada.
—El día de hoy fue increíble, gracias por eso también—.
—No me agradezcas, yo no tuve nada que ver—.
—¡Vamos! Tuviste todo que ver, si yo no te hubiera conocido hoy, mi día habría sido un asco como siempre—.
—Oh vaya, otra vez esos comentarios negativos—.
—Tal vez si estuvieras en mi lugar lo entenderías—. Él soltó un suspiro.
—Y si tú estuvieras en el mío también lo entenderías—.
En ese momento se me ocurrió algo.
—¡Oye! Tengo una idea—. Dije emocionada.
—¿Qué cosa?—.
—Hagamos algo, te demostraré que en la vida no todo es una mierda como dijiste—.
Logan arqueó una ceja y se rió.
—¿Y cómo planeas hacer eso?—.
—Lo sabrás si aceptas—.
Me miró con sorpresa y estuvo pensando unos segundos hasta que asintió.
—Ok, estoy intrigado, acepto—.
Sonreí y le besé en la mejilla antes de pensarlo dos veces.
—¿Y eso por qué?—. Preguntó tocándose la mejilla sorprendido.
Yo me encogí de hombros algo avergonzada.
—No sé... se me hizo una buena idea para cerrar el trato—.
Él me sonrió y después se inclinó para besarme en la mejilla también.
—Ahora está cerrado—.

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