El Dibujo del Destino |Editando|

Capítulo 15-"Todo Estará Bien"

Alicia miró por el enorme ventanal hacia afuera. La gente caminando despreocupadamente, absortos en sus propios pensamientos sin parar a mirar la belleza del cuadro que los rodeaba.

Aquella era una avenida muy especial, arboles adornaban las calles en la que solo las personas transitaban, y juegos de luces colgaban de lado a lado, iluminando de forma perfecta.

Visitar aquellos lugares era... demasiado nostálgico la mayor parte del tiempo... ahora que estaba sola, lo era más.

—Un cappuccino y un pastel de crema —indicó una joven muchacha poniendo todo en su mesa. Alicia le agradeció y miró los alimentos por unos segundos.

Siempre intentaba replicar lo que —según recordaba— sus padres compraban al ir a ese lugar. Con el paso de los años lo había ido olvidando... por eso lo dibujó y escribió todo.

Bebió un poco de la bebida y un calor invadió su estómago.

Perdió la mirada en la mesa.

Podía recordar todo lo sucedido el día anterior...

Había iniciado todo bien... hasta que notó que aquello no era algo que podría ocultar para siempre.

—Me equivoqué... —murmuró apretando los puños fuertemente. La vergüenza estaba a punto de comérsela viva.

Fernanda dejó lo que hacía y la miró de reojo al escucharla.

—¿Qué hiciste qué? —preguntó curiosa sin entender bien.

Alicia tragó en seco y tapó las maletas con su cuerpo.

Había logrado hablar con Estephan... había logrado llegar al inicio de todo eso. Justo como Sebastián dijo... el error había sido de ella.

—No fue mi intención —dijo rápidamente, las palabras atropelladas una tras otras —Pero me equivoqué...

La pelirroja se levantó de aquella silla con un gran signo de interrogación en su rostro. Buscaba entender las palabras de su amiga.

—¿Qué cosa no fue tu intención, Alicia? —preguntó llegando a una conclusión, dolorosa... pero que no se apartaba de su mente —¿Qué fue lo que hiciste?

Alicia no pudo evitar apartar la mirada. Sentía que estaba a punto de ser tragada por el mar de nervios que acechaban el lugar.

Todo era su culpa... cuando su amiga se diera cuenta... esperaba que las cosas no salieran tan mal como estaba imaginando.

Deseaba, con todo su corazón, que aquello no fuera tan grave como pensaba.

—Él no... —tomó aire nerviosa —Él no hizo nada malo —soltó haciendo que el rostro de Fernanda se volviera todo un dilema mientras procesaba lo que había dicho —Yo... malinterpreté todo... las cosas...

—Espera —interrumpió la pelirroja levantando una mano —Me estás diciendo que... ¿Lo que me contaste no era cierto?

Alicia abrió los ojos fuertemente.

—¡No, no, no! —exclamó asustada —No te mentí... solo te conté lo que vi, pero...

—¡Pero nada! —bramó Fernanda con fuerza, tanta que Alicia se asustó —No no...

Comenzó a dar vueltas en su lugar.

Alicia no sabía que decir.

De repente la chica se detuvo y clavó su mirada en ella.

—¿Así que fue una equivocación? —repitió irónica —¿¡Por una maldita equivocación arruiné mi relación con Estephan?!

Bajó la cabeza ante el impacto de sus palabras.