El Dibujo del Destino |Editando|

Capítulo 52-"Final"

Meses habían pasado desde aquel momento en el que se reencontró con Jane. 

Recordaba con nostalgía mirando por la ventana del auto en el que estaba, como todo había cambiado desde entonces.

Su relación con Jane definitivamente no era la mejor... Pero al menos mejoraba lentamente. A algunos de sus amigos —especialmente Fernanda —se les hizo difícil comprender el por qué de su decisión; pero al final la entendieron. 

Ella ya no quería más peleas. Solo quería tener una familia y dejar los rencores en el pasado... 

Suspiró con la mirada perdida de los edificios de aquella gran ciudad de la que ahora se despedía.

Porque si.

Para poder estudiar la carrera que quería tuvo que despedirse de sus amigos por un tiempo. Sin embargo se seguían viendo cuando encontraban un espacio en el cual todos estuvieran disponibles.

Las cosas con Sebastián seguían igual de fantásticas. 

Se veían menos si... Pero el amor seguía intacto. Entre ellos existía algo demasiado fuerte como para ser roto por algo tan trivial como la distancia. 

Él también se encontraba muy atareado con su trabajo y la última vez que lo había visto había sido hace ya un mes y medio... Las video llamadas ya no llenaban ese vacío de sentirlo lejos, por lo que hoy les haría una visita a todos.

Realmente los extrañaba.

Pero se sentía orgullosa de ella misma.

A pesar de todo, al final se lograría convertir en una mujer hecha y derecha, digna de hacerse llamar la novia de Sebastián Wilmot. 

Su celular sonó y lo puso en alta voz para poder seguir conduciendo.

  —¡Alicia! —exclamó su pelirroja favorita al otro lado de la línea—¿¡Cuándo llegarás?! Es súper tarde ya... ¿Estás manejando? Espero que no estés manejando... —su voz fue interrumpida por las bromas de Luke —¡Tú cállate! —exclamó riendo y Alicia negó con una sonrisa plasmada en su rostro. Esos dos se la pasaban discutiendo pero era imposible verlos más felices.

Hacían una pareja hermosa. 

Una hermosa pareja comprometida. 

—Se me hizo tarde... No encontré taxi y tuve que usar el auto que Sebastián me dejó.

—No entiendo porque no lo usas —comentó Fernanda —Te lo regaló, no es como si fuera delito no pedirle permiso. 

  —Alicia está loca ¿Aún no te das cuenta? —dijo Luke a lo lejos —Son idénticas ustedes dos... 

Soltó una risita ante eso.

  —Fer te llamo cuando esté llegando ¿Sí? Sabes que odio hablar por celular mientras conduzco.

—Sí, sí tienes razón —acordó —Por cierto, Ander te manda saludos.

La chica sonrió ampliamente.

—Salúdamelo, por favor —Fernanda asintió y luego colgaron.

Aquello también era un gran avance.

Jane logró hablar con la familia de Fernanda, y al final, Ander se había arrepentido de todo.

Era hermoso ver que su amiga recuperaba a su hermano y poco a poco también a su mamá.

Se detuvo en una luz roja y levantó la mirada al retrovisor para admirar sus ojos.

Ahora que sabía de dónde eran los amaba tanto.