Capítulo 20

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Ya era domingo.

Hoy se reuniría con los chicos y eso la tenía un tanto inquieta.

Los días anteriores fueron algo extraños. En el restaurante las cosas estaban más tensas que nunca y nadie le dirigía la palabra a menos que fuera algo importante. A excepción de Lira y Estela, una chica que aunque no fuera la más sociable, aún hablaba con todos, sin fijarse en esas extrañas divisiones. Alonso y Luke ahora aunque no se veían para nada relajados, seguían riendo y hablando con Maya y Max como si todo estuviera bien.

Y eso era estresante.

Era estresante porque gracias al comentario de Sebastián había empezado a prestar más atención a la forma en que todos se desenvuelven y sí, encontró varias cosas extrañas en Maya.

Sebastián y Mileena no habían ido al restaurante desde el martes ya que al parecer Sebastián estaba realmente muy ocupado y Mileena no estaba en la ciudad.

Con Fernanda había hablado ayer por la noche y bueno, prometieron hablar de todos esos asuntos que les quedaban por resolver y por supuesto que lo harían ya que Alicia no rompía promesas.

Este año la primavera había pasado casi desapercibida. El invierno se había extendido varias semanas y aunque ya comenzaba a hacer el típico calor de verano, realmente prefería el frío de hace unos días.

Recogió su cabello en una coleta de lado y se puso una camisa azul con botones la cual le llegaba un poco más abajo de los codos. Un jean cualquiera y sus zapatillas de siempre.

Su desayuno del día había consistido en jugo de naranja y cereal. Porque ni para la leche le había alcanzado el dinero...

Tocaron a la puerta y de inmediato supo que era Fernanda pues le había contado sus planes para hoy y aunque se molestó un poco por no haber sido elegida como "acompañante", igual quería ayudar de alguna forma a su amiga por lo que se ofreció en llevarla hasta el lugar.

—¿Qué rayos traes puesto? —preguntó Fernanda al verla.

Alicia rodó los ojos y salió de la casa con su ya común bolso.

—Plantas. Es el último grito de la moda ¿no lo sabías?

Fernanda soltó un "ja, ja, ja" serio y luego de entrar al auto volvió a hablar.

—Por supuesto. Si la moda fuera una persona y te viera, estoy segura que gritaría —fingió pensar algo —Nop. Definitivamente moriría al ver tu armario.

—Cállate.

—Es enserio ¿No tienes calor? —preguntó la pelirroja.

Alicia negó para luego asentir.

—Un poco... pero ya sabes que no puedo usar nada abierto —dijo mirando por la ventana.

Fernanda asintió al recordar ese detalle. Alicia pareció notar que su amiga se sentía mal por haber dicho aquello así que intentó hacerla relajar.

—Pero tal vez sea buena idea... ya sabes —hizo un pequeño baile de cejas que hizo reír a Fernanda —Si los demás vieran mis cicatrices quizás hasta piensen que soy una ex convicta o algo por el estilo.

Fernanda soltó una carcajada.

—Seguro te tendrían más respeto.

Siguieron hablando de la ropa de Alicia hasta que Fernanda desvío el tema.

—¿Por qué van a Wahoos?

Alicia alzó una ceja. ¿Eso qué era?

—¿Eh?

El Dibujo del Destino |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora