Capítulo 4

211 13 0
                                    

—Es sobre Estephan... —dudó en seguir hablando. ¿Qué pasaría si todo era un grandísimo malentendido?

Ese pensamiento lo repetía mil veces. Sin embargo por más que se quería convencer de ello, no tenía sentido.

Fernanda no debería estar tan ilusionada con un chico que ya esta viendo a alguien más.

La pelirroja ladeó la cabeza sin entender.

—¿Estephan? —preguntó intentando sonar tranquila sin embargo su voz sonó preocupada.
Tomó unos segundos para responder.

Asintió.

Miró a su amiga, buscó sus ojos y le intentó sonreír. 

Solo salió una mueca.
—Me estás asustando —confesó Fernanda.
Alicia suspiró fuertemente. Se dejaría de rodeos y lo diría bien. Siempre había sido una persona con mucho tacto, pero al final siempre terminaba arruinando mas las cosas.

—Sé que aún no son nada... y a penas se están conociendo y...

Fernanda rió..

—Ali tranquila, sé lo que hago, no es necesaria "la charla" —bromeó.

—No Fernanda no es eso —negó extrañada.

—Está bien —volvió a interrumpir —Sé que me dirás que vaya con calma y todo eso, pero no te preocupes... Ayer salí con él y bueno —sonrió —Aunque lo conozco hace poco te aseguro que es una buena persona... y lo quiero.

Aquello le cayó como un balde de agua fría.

Desvió la mirada. Ese tipo no era para nada una buena persona.

—Escúchame —dijo seria. Sin duda en su voz —Si estás tan segura que las cosas van bien con él... No creo que te guste lo que tengo que decir, pero lo haré —la chica iba a interrumpir pero Alicia levantó la mano para detenerla —Hace un rato estaba en el parque y lo vi —hizo una pausa —No se veía enfermo, para nada, y tampoco estaba solo, Fernanda...

La aludida frunció el ceño. No entendía a donde iba a llegar su amiga, y aunque tenía una idea su mente aun no quería aceptarlo.

—Estaba con una chica —soltó por fin —Y te aseguro que si hubiera sido una cualquiera no te estaría diciendo esto... Pero no estaban juntos como amigos, si entiendes lo que digo.

Se detuvo pues Fernanda no parecía reaccionar ante sus palabras. Se mantenía mirándola, como esperando una correción a lo que había dicho.

—¿Qué... qué quieres decir con eso Alicia? —cuestionó algo molesta —A ver... solo dime las cosas como son. No des más rodeos, te escucho.

—¿Qué mas quieres que te diga? —replicó completamente desencajada —Pensé que entenderías si te lo decía de esa forma....

—¿¡De que forma Alicia?! —sus palabras salieron cargadas de molestia —Tu más que nadie sabes como no me he sentido así en mucho tiempo... Al fin parecía que algo iba a funcionar... —miró a su amiga decepcionada —¿Y me haces esto?

¡¿Ah?!
¿Cómo todo había tomado ese camino?

—¿Te hago exactamente qué, Fernanda? —exhaló fuertemente —¡No fui yo la que te mintió! Deberías estar enojada con él... —sus ojos bailaron molestos por el lugar —Siempre te vanagloreabas por tu habilidad para enfrentarte a las situaciones... ¿Pero adivina qué? Esta es una situación, ¡Y no la estás enfrentando!

La pelirroja se levantó molesta. Llamando la atención de varios. No le importó. Tomó su bolso con fuerza reteniendo las lágrimas que querían venir.

El Dibujo del Destino |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora