El Dibujo del Destino |Editando|

Capítulo 50

—¡No pienses que te puedes deshacer de mi tan fácil pequeña!

Alicia giró de inmediato con extraña exageración pero es que simplemente no creía lo que había escuchado.

Pero al instante en que sus ojos enfocaron, la mirada de ambos se conectaron y un escalofrío la recorrió.

—No puede ser... —susurró atónita en su lugar.

Sentía que todo se había detenido, y por su parte, Sebastián no podía dejar de sonreír.

Si había llegado a tiempo...

Sin embargo su pequeña se seguía viendo desorientada.

Ella dio un paso hacia él pero se detuvo.

Parecía que no terminaba de creer lo que ahí pasaba.

¡Era imposible!

Todo el viaje... Todo el trayecto Alicia estuvo deseando eso con todo su corazón pero simplemente jamás pensó que se volvería realidad.

Hizo una mueca justo antes de que lágrimas comenzaran a descender por su rostro, y entonces, ella corrió hasta los brazos de él y Sebastián hizo lo mismo.

Al tenerla cerca la tomó fuertemente y la elevó en el aire por la alegría que corría en él.

Había logrado cambiar las cosas..

—No lo puedo creer... —murmuró Sebastián lleno de felicidad.

Se abrazaron un largo rato, minutos se podría decir, y luego, él se separó para darle un gran beso a su pequeña.

—Te amo —dijo —Y aunque realmente respeto sea cual sea la verdadera decisión que te haya hecho venir aquí... Te aseguro, te juro y to prometo Alicia, que la puedes llevar a cabo sin alejarte de los que amas.

Ella lo miró sin decir nada.

Realmente ese chico era maravilloso...

—Pero... —dijo ella mirándolo triste —Tu... Tu vida, tu familia, simplemente tu... Sebastián mereces algo mejor.

—¡Alicia no hay nada mejor para mi en este universo que estar a tu lado! A ninguno de tus amigos les causas alguna molestia y créeme cuando te digo que mi mayor deseo es pasar el resto de mis días a tu lado... —sentenció firme.

Alicia cerró los ojos con fuerza y lo miró con un atisbo de tristeza.

—Alicia —dijo Sebastián con ojos cargados de decisión —Si me importa tu pasado pero ¿Sabes por qué? Por que sin importar que haya en él, es parte de tu historia. Y yo quiero ser parte de ella... Alicia en el momento en que me enteré de que te habías ido... seré sincero, me quedé completamente paralizado. No sabía que hacer, no quería tener que imaginarme una vida sin ti.

—Sebastián yo...

—Espera —interrumpió con una sonrisa —No me importa lo que los otros piensen o digan, incluso si me llaman loco te aseguro que la mejor persona para mi eres tu —acarició el cabello de la chica con suavidad y volvió su atención a los ojos de ella —Contigo soy solo yo. Contigo puedo ser quien soy sin parar a pensar que si digo algo malo me juzgarás o que si actúo de determinada forma. Te valoro, te respeto y te amo porque cuando estoy junto a ti siento que todo mi mundo gira de una forma diferente, siento que todo está mejor. No sé si me creas... o sientas lo mismo. La verdad ya me puse demasiado cursi pero es que... ¿No lo ves? Hemos pasado por tanto... Nos hemos encontrado más veces de las que puedo contar y ahora estoy en Argentina confesando absolutamente todo lo que llevo en mi interior... Esto es de locos.