Capítulo 16-"Cómoda a su Lado"(Parte 1)

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Moriría de la vergüenza. Estaba segura de que lo haría...

Estaba de pie a un par de metros de Sebastián. Ni siquiera lo quería mirar.

¿Cómo se había dejado llevar de esa manera?

—Ya dejó de llover... —dijo el chico levantando su mano ligeramente hacia el cielo y luego la miró —¿Nos vamos?

Alicia frunció el ceño.

—¿A dónde? —preguntó sin comprender —Me he estado quedando en un hotel... mis cosas están allá.

—Entonces vamos —respondió comprensivo —Yo te llevo.

Alicia suspiró. Ni siquiera intentaría negarse, realmente quería quitarse esa ropa mojada.

Comenzó a caminar y Sebastián la siguió.

No dieron más de diez pasos cuando él se detuvo.

—Ah, espera —indicó y se dio la vuelta —Quédate ahí, eh.

Alicia enarcó una ceja al verlo regresar.

Sebastián miró hacia abajo y sonrió ligeramente al leer "James y Sarah Hertz..."

—Mucho gusto, soy Sebastián —se presentó. Alicia frunció el ceño.

—¿Qué haces...? —empezó pero él la detuvo con un movimiento de mano.

—Te dije que te quedaras allá —sostuvo fingiendo molestia y Alicia solo retrocedió los pasos que había dado. Se cruzó de brazos y lo miró expectante.

El joven volvió a su posición y tomó aire.

Alicia sabía que estaba hablando.

Podía escuchar ligeros murmullos, pero eran tan leves que era imposible descifrar qué decía.

Sigilosamente, se acercó un poco.

—Así que, no se preocupen —lo escuchó decir —Su hija no está sola... Tiene varios amigos, aunque le cueste admitirlo... —la chica paró en seco —Al menos yo soy uno de ellos... creo —él rio ligeramente —Me aseguraré de que no vuelva a venir sola, se los...

Alicia pisó una rama que hizo al chico girar.

—No estaba escuchando —mintió rápidamente.

—Eso no lo crees ni tu misma—dijo en tono de reproche mirándola con sus profundos ojos para luego negar riendo y caminar hasta su lado —¿Vamos?

Alicia asintió.

De alguna manera, se sentía realmente despejada al igual que el ahora cielo azul. Aliviada... de alguna manera.

Antes, el cementerio se veía solitario y algo tenebroso... ahora simplemente no paraba a pensar en eso.

No pudo evitar mirar de reojo a Sebastián.

Estaba todo mojado al igual que ella, pero no parecía nada molesto por eso.

Hasta ahora notaba que tenía rasgos bien definidos...

De repente el chico la miró enarcando una ceja.

Alicia fijó la mirada en frente y él no se esforzó en guardar una sonrisa burlona. Era obvio que la había visto.

Pensó que el chico solo la dejaría en el hotel, pero esperó a que ella recogiera todo y le explicó que, evidentemente, la llevaría a casa.

Sin embargo... ella había llegado ahí por tren. Normalmente tomaba algún vuelo con la ayuda de Fernanda... pero esta vez aquello fue imposible.

El Dibujo del Destino |Editando|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora