Capitulo XIV

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Al Día siguiente despierto al escuchar el sonido de la ducha en conjunto al recital de canto de Peter, se toma muy en serio el cantar duro en la ducha. Me levante de la cama y me senté a un costado de ella por causa del sueño que aun cargaba, de un momento a otro la agua que cae en la ducha se deja de escuchar. Al rato Peter sale del baño con una toalla en la cabeza y otra en el cuerpo, observa que me levante y se sienta al costado de su cama para fastidiarme con un típico comentario de él.

— ¿Entonces?— preguntó

— ¿Entonces qué?

— ¿Encontraste a la chica, o no?

—Sí, si la encontré. Ayer en la noche antes de irme de la academia de Arte ella apareció

—Eso pues— Se levantó de la cama e hizo el quemado en mi cabeza con su puño derecho mientras que con la izquierda me abrazaba el cuello— Debes estar feliz

—Suelta loco—Forcejee

— ¡Es que tengo tanta emoción, mi pequeño encontró a su amor! — Me apretó más

— Que sueltes— dije en risa al forcejear de nuevo, pero esta vez lograr que me soltara

— ¡Oye no seas tan brusco solo quería expresar mi felicidad por ti! — exclamo en tono de lastimado, pero sé que era broma, no le había hecho mal alguno

— ¿Te han dicho que necesitas ayuda psicológica?

—No pienso pagar para que me quiten mi felicidad

—En serio, no tienes remedio

— Eso todo los sabemos— Sonrío— En fin, dime ¿Como la pasaste con ella? ¿Hablaron?

— La pasamos excelente, charlamos de todas la cosas que nos han pasado a ambos en estos 3 meses. Además, comimos pizza— Toque mi estómago por la satisfacción de comer pizza

— ¿Comiste pizza, y sin mí? Esto sí no te lo perdono— dijo en ese tono extraño de broma pero con un poco de sinceridad

—Deja lo niño— dije entre risa— También le hable de ti, y dijo que estaría encantada de conocerte

— ¿Le hablaste de mí?— dijo con ese tono de bromista al colocar los ojitos como el gato Sherk— Te perdonare lo de la pizza solo porque le hablaste de mí

— ¿Cómo no hablarle de ti? Si eres mi pana—Le hice el quemado en su cabeza con mi puño derecho

— ¡Suelta Johann! — exclamo al forcejear

—Pete— Me reí y luego lo solté

—Eso me ha dolido— Se soba la cabeza— ¿Y en que quedaste con ella? ¿Cuándo se verán?

—Quedamos en vernos en la tarde, ella me escribirá al teléfono para avisarme cuando se desocupe de lo que tiene que hacer hoy en la mañana

— ¡Perfecto! — Exclamo— Tendremos la mañana para hacer turismo en París, será una mañana solo de Hombres.

—Al fin te decides por mí y París, y no por Vanessa— dije con tono de indirecta— ¿Y a Donde tienes planeado que vayamos?

— A nada más y nada menos que al Museo del Louvre, ahí está el cuadro de la Mona lisa de Leonardo da Vinci. Además, hay muchas cosas que desearía ver que están ahí, Así que báñate y cámbiate, yo llamare a un taxi que me recomendó Rene.

—Me parece bien, espera a que esté listo

—Dale, apúrate. Yo también me tengo que cambiar

La Distancia Más CortaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora