Capitulo XXII

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Al llegar al bosque Bois de Boulogne quedamos cautivados por lo asombroso que se veía.

—Ahora la pregunta es ¿Dónde están Génesis y Héctor?—Dijo Peter al colocar su mano en la frente para tapar el sol y buscar a los chicos— ¿Ustedes los logran ver?

— ¿No son aquellos dos con gafas que están parados en la entrada? —Dije—sí, tienen que ser ellos. Vamos

Nos acercamos donde estaba Génesis y Héctor.

— ¿A que no adivinas quién soy? —dijo Peter al taparle los ojos a Génesis con ambas manos

—Peter sé que eres tú—dijo Génesis al quitar las manos de Peter de su cara y besarlo en la mejilla—al fin llegaron, nos tenían preocupado

—Sí, pero lo importante es que ya estamos acá—dije al saludar a Héctor y Génesis—Permitan me presentarles a Aurora, ella también es Venezolana, pero lleva un largo tiempo viviendo acá en París. Ella sabe sobre los lugares turísticos de acá, además maneja el francés.

— ¿En serio? Eso es genial, un placer Aurora, soy Héctor —dijo Héctor al estrechar su mano

— Es un placer Aurora, mi nombre es Génesis—dijo al saludarla de mejilla y sonreír

—Bueno ¿A que esperamos? Es hora de pasarla bien, disfrutemos del Bosque—exclamo Peter

Al recorrer el parque disfrutamos de esa extensa y variada vegetación formada en su gran mayoría por cedros. Luego de caminar unos minutos llegamos a una vista espectacular, había dos extensos lagos situados a diferentes niveles, además de estar unidos por una cascada.

—Chicos tienen que ver esto— dijo Peter al asomarse al lago

Al asomarnos al lago pudimos ver una gran cantidad de cisnes que estaban ahí

— ¡Wao! al fin empiezo a disfrutar de la belleza de Paris—dijo Héctor sorprendido

— ¿Son hermosos, no? —Dijo Aurora—Son cisnes abusón

—Chicos miren eso—dijo Peter al señalar al lago— ¿Son canoas?

—Sí, son canoas—dije—y hay 2 personas en él.

—Aurora ¿Nosotros nos podríamos montar ahí? — preguntó Héctor

— Por supuesto, cualquiera puede

— ¿A que esperamos? Vamos—dijo Peter al ir al sitio de las canoas

Llegamos y éramos los primeros por espera de las canoas, y casualmente venían dos de regreso. Al momento un trio de ancianos llegó después de nosotros.

Llegaron las 2 primeras canoas

—Ven Génesis, móntate en este—dijo Peter al montarse en uno

—Venga— dijo Génesis al montarse

En el otro bote ya estaban Aurora y Héctor. Era mejor irme con ellos que con los enamorados. Así que intente montarme pero el chico que estaba a cargo me hizo seña de que solo podían estar dos en una canoa. Me tocaría montarme con uno de los ancianos.

—Johann espero que te diviertas— dijo Peter al reírse a carcajadas

— Ja, ja muy chistoso — dije sarcásticamente

Peter y Génesis zarparon con toda tranquilidad pero note en el rostro de Héctor y Aurora al zarpar que les incomodo el que yo me quedara.

Llego la otra Canoa y me monte junto al anciano de aspecto formidable y elegante.

La Distancia Más CortaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora