Capitulo XXXI

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Al finalizar el ensayo con Peter revise mi teléfono para ver si tenía un mensaje de ella, y sí. Debía responderle

—Hola Johann, ya salí

—Disculpa que no te conteste antes, estaba en el Ensayo

—No te preocupes. Y ¿Cómo estás?

—Extrañándote a morir *—*

—Ay yo también <3

— ¿Y cuándo nos veremos de nuevo?

— No sé, pero me gustaría que fuera pronto.

— ¿Que harás ahorita?

—Iré al negocio

— ¿En la noche?

—Si es que mi mamá dará hoy de especial Patacón

—Na'guará como se me antojo esos patacones. ¿Puedo ir a verte?

—Si quieres vienes y comes, pero no sé si logre estar desocupada para que compartamos

— No importa. Me conformo con solo verte

—Lo que causa el Patacón jajaja

— El Patacón y el amor diría yo jajaja

— Bueno, entonces vienes para acá. Desde la 6 serviremos Patacón. Te espero acá. Te quiero mucho :*

—vale. Yo te quiero mucho más <3

Al terminar la conversación por texto con Aurora me fue imposible no tener una sonrisa de niño enamorado

—Y esa risa niño, que te habrán dicho— dijo Peter riéndose. Risa que me contagio

— ¿Te gusta el Patacón?

—Sí. ¿Por qué?

—Hoy la señora Carol hará

— ¡¿Qué?!—Dijo alterado de la emoción— Johann dime que vamos a ir

—Eso no se pregunta, obvio que iremos. Pero primero vamos al Hotel. Nos bañamos y luego vamos a ají dulce

Partimos al hotel, descansamos un rato, nos bañamos y luego fuimos al negocio de la señora Carol. Antes de salir comencé con mi nuevo hábito de perfume.

Eran las 6 y 13 cuando llegamos. Al rededor del negocio había muchas mesas, por lo que se notaba a simple vista hoy vendría mucha gente.

—Aún no han llegado Génesis y Héctor, que raro—Dijo Peter

— ¿Los invitaste?

—Claro, quiero que Génesis se enamore del Patacón Venezolano para que me pida a gritos ir a Venezuela.

— Gran método Peter—Reí

Peter se quedó cerca de la calle para esperar a Génesis y a Héctor. Yo fui a saludar a Aurora, aunque tenía la gran dudaba que pudiera en esa noche donde había tantos clientes.

—Hola Aurora—dije al verla

—Hola Johann— dijo Aurora al estar muy ocupada en la cocina— disculpa que no podamos compartir es que estamos muy atareados y solos somos tres.

—Me gustaría ayudarlos pero la cocina no es lo que se me da mejor

Al terminar de decir eso la señora Carol me miro y segundos después me tiro un delantal al pecho

—Ve a la parte de atrás y sube que nos vas a ayudar— dijo al yo tener una mirada de sorpresa al igual que Francesco y Aurora.

Fui a la parte de atrás y toque la puerta para que me abrieran

La Distancia Más CortaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora