Esa noche de lunes se encontró varias veces pensando en Amanda, conciliar el sueño fue una súplica.
Más tarde se presento inconscientemente esa pesadilla que lo mortificaba, lo amedrentaba...
-"Simón -Un grito desgarrador le heló la sangre y se coló en sus venas, en sus huesos.
-Ayúdame... No me dejes Simón... -, El llanto se escuchaba aturdidor las luces se hacían grandes, otras pequeñas sus ojitos azules nublados por esas gotas saladas que se acumulaban para salir.
La oscuridad... Los gritos... Más oscuridad, la desolación, el silencio, el miedo, la lucha para salvar a esa niña... El silencio.
La culpa lo consumía, lo asfixiaba al punto de no sentir un puto punto de cordura no sabía si estaba en la realidad o en esa línea relativa y muy fina mezclada entre el ayer y el hoy..."
La semana siguió su curso, así también sus pesadillas, el cansancio lo tenía en una cuerda floja.
El jueves, llegó, ya se encontraban en la última hora, era por la tarde, estaba algo frió y la clase de gimnasia tomaba su rumbo. Era una tarea compartida, mixta.
Simón sentado, presenciaba la charla entre amigos. Tenía un humor de perros, contestaba en monosílabas y apenas se aguantaba el mismo... ¿Qué carajos le pasaba con Amanda? ¿Porqué sus pensamientos estaban dedicados varios momentos al día y a la noche a ella? ¿Porqué extrañaba su perfume, su sonrisa?
-Venís...? -dijo Tomás.
El muchacho siguió en su mundo, es que no podía comprender...
-Simón que te pasa... ¿Venís o no? -
Exacerbado, se sintió observado y viró su mirada que estaba perdida en la muchedumbre tratando de localizar a esa niña que lo tenía en vigilia.
-Si... -respondió a la pregunta.
- ¿Si qué? -lo desafió Julián.
Simón frunció el seño y alegó :
-Sí... eso que estabas diciendo -
De repente el silbato sonó, interrumpiéndolos para comenzar la modalidad.
-A correr diez vueltas al gimnasio -, Ordeno el profesor.
Educación física era una de las materias favoritas de Simón, lograba canalizar su energía, se esforzaba al máximo para terminar agotado y así, lo único que sentía es el dolor de sus músculos y el ardor en el pecho, en los pulmones por el oxigeno al quemar y así el dolor emocional se ocultaba por un momento.
En una de las vueltas Amanda se lo choco sin querer, es que como siempre llegaba tarde. Apurada para localizar el profesor para que le ponga su presente, con su arrebato y descuido se lo llevo por delante.
-Uh!!! lo siento -, se disculpo con tímidez, propia de su personalidad.
-Si, no pasa nada, ¿estás bien? -
-Si -, asintió Amanda con su cabeza y siguió su camino, se sintió extraña. ¿Porque le hablaba tan amable..?.
Por otro lado los amigos de Simón quedaron sorprendidos por su comportamiento hacía esa chica él no era precisamente amable, no con esta joven. Solo se comportaba con las chicas como le convenía, pero la rivalidad de ellos dos era tema aparte.
Sin embargo el humor de Simón no fue el mismo; su corazón do ese vuelco que parecía aparecer y desaparecer solo con su presencia..
El viernes. Llegó tranquilo y temprano como todas las mañanas, treinta minutos después observo que se acercaba Amanda, apurada, llegaba tarde de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
Y QUÉ...?
Romance"el amor ahuyenta al miedo y recíprocamente El miedo, ahuyenta al amor. Y no solamente al amor expulsa el miedo, También a la inteligencia,la bondad, Todo pensamiento de belleza y verdad, Y solo queda la desesperación muda, Y al final el miedo lleg...