La semana comenzó, Simón se levanto temprano como siempre. Quedaban un par de semanas de clases. Solo habían adelantado la ceremonia de egresados para que no se mezcle con las demás fiestas de otras instituciones. Asique cuando termino de desayunar. Le mando un mensaje a su chica.
-Bebé, despierta, ya voy por ti!.- lo envió sonriendo como un tonto, sin percatarse que su familia tenía los ojos puestos en él. Divertidos por la situación. Enseguida le llego un mensaje como respuesta
-¿ya es de mañana? UFAA!!!. Bueno, ya me levanto y nene... no soy bebé. ¡Que gracioso!-
De pronto se sentía más entusiasmado aún. Su risa se amplió aún más y su corazón se encontraba en perfecta armonía con el ¿amor?. Las ganas de desaparecer ahí seguían, la ansiedad, el desconcierto. Pero ahora tenía esa nueva sensación y la esperanza de que algo cambiaria. Estaba en un lugar cómodo y placentero, se sentía importante, como si ella fuera su lugar en el mundo.
-Sí, ya es de mañana, ¡levántate!.... o ¿quieres que valla y te levante yo?-
-bueno, eso me gustaría más que la alarma de mi celular.
-Ahora voy. Y me gusta llamarte bebé. Me gustas! -Se sentía cursi esa mañana pero estaba feliz,
-No es justo yo también quiero llamarte de alguna manera! .- zanjo ofendida.
-¿Qué te parece guapo? O ¿terriblemente irresistible?- envió desde su celular largando una carcajada, totalmente desinteresado por los ojos que lo escrutaban a su alrededor.
-ja ja. Eso quisieras!- contesto en modo bobalicona.
Era tan fácil hablar sobre todo con ella, nada era complicado, todo fluía, sentía que era su centro, su eje, su estabilidad. El equilibrio llego justo luego de conocerla. Bah!, en realidad de verla o mejor dicho de aceptar lo inevitable.
Cuando levanto su mirada con una hermosa sonrisa en su rostro mostrando sus dientes y su semblante feliz. Se quedó paralizado porque las tres personas con las que compartía su desayuno estaban sorprendidos y a su vez entretenidos con lo que veían. Simón había cambiado, estaba contento, entusiasmado. Como nunca antes lo habían visto. Se levantó sin interrumpir su sonrisa y dijo: - Bueno familia, me tengo que ir, nos vemos más tarde - y salió aireos. Su chica lo esperaba.
-Llegas muuuy temprano- dijo Amanda.
Simón observo el interior de la casa y como solo ella estaba, la agarro de la cintura acercándola y besando sus labios, que tanto había extrañado y además su aroma había quedado en su cama, en su almohada desde el sábado cuando estuvieron juntos. Fue imposible no abrazarla, oliéndola hasta dormirse (a su almohada) lo relajaba hasta la
medula. El chico no sabía que le sucedía con ella, deseaba probarla y que su esencia quede impregnada en su ser de una buena vez.
Amanda respondió a su beso apoyando sus manos en sus hombros. Él la atrajo más si es que eso era posible. De repente se escuchó una puerta abrir .Amanda lo empujo suavemente y alejándose le dijo seriamente - Pasa Simón, busco mis cosas y vamos-.
Él asintió divertido, y comprendió la indirecta.
Ya en el auto. Simón pone en marcha y toma la mano de su chica que descansaba a un costado. -¡¡ Hubiera sido genial!!- dijo sonriendo.
-¿el qué?- pregunta Amanda confundida.
Que tus padres nos descubran y vean como su hija se estaba portando- contesto levantando sus cejas.
-¿queee??? Eso no sería nada genial. ¡Sería terrible!. Te lo aseguro- concluyo sonriendo.
-¿porque? , ¿Yo soy un buen parido para vos?- dijo tímido ocultando su desilusión .Siempre parecía que debía pelear contra su inseguridad.
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Y QUÉ...?
Romance"el amor ahuyenta al miedo y recíprocamente El miedo, ahuyenta al amor. Y no solamente al amor expulsa el miedo, También a la inteligencia,la bondad, Todo pensamiento de belleza y verdad, Y solo queda la desesperación muda, Y al final el miedo lleg...