Capitulo 29: rompecabezas

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                 "En nuestro loco intento, renunciamos a lo que somos por lo que queremos ser". William Shakespeare.

Con un vaivén de sentimientos Simón tomo el próximo avión de regreso a París. No era que quería volverse y estar lejos de los avances y progresos que daría Amanda, pero era consciente de la locura que cometió al exponerse de esa manera. Por el teléfono su padre lo reprendía enérgicamente.

-¿Estás loco Simón? ¿No estás pensando bien?, es una locura lo que has hecho...- lo interpelo entre nervioso y atemorizado.

-Necesitaba viajar, saber que está pasando- dijo Simón, defendiéndose y tratando de calmarse. Tratando de calmarlo. Su paciencia tenía un límite.

-Hijo, ¡ya lo sé! Pero yo necesito que estés a salvo. Hemos recibido algunas amenazas y algunas fotos de procedencia extraña. Estamos haciendo lo posible para que puedas volver pronto, tu madre esta como loca con este tema y te queremos acá en casa. Pero no en estas condiciones y menos poniendo en riesgo tu vida. Necesitamos que te cuides. Solo confía en mí.

-lo sé – anuncio cansado.

-Muchacho, todo va a estar bien, solo déjame resolver este problema de Raúl y todo volverá a la normalidad y podrás hacer con tu vida lo que quieras. Recuerda que si te ve- anuncio con un nudo en la garganta que le costó tragar, pensando las consecuencias de un paso en falso- te puede lastimar y todos estamos en peligro, hijo, todos. Solo dame algo más de tiempo, el tipo es escurridizo y nunca se lo encuentra en el mismo lugar dos veces. Sabe que nosotros no te dejaremos solo y eso lo debe mantener en alerta – comento mientras pensaba en la posibilidad de que ese sujeto este jugando un juego macabro con ellos – Entiendo tu dolor, tu hermano está muy preocupado por ti. Y lamentamos mucho lo ocurrido con la niña de Víctor. Sé que eran muy buenos amigos ustedes dos. Pero ahora es momento de enfriar la cabeza para proceder con cordura y precaución.- le aconsejo en su perorata. Ya más calmado.-

-No reprendas a Paul papá, él hizo lo correcto, no podían dejarme afuera de esta situación. Lo que le paso a Amanda es algo que me rompe el alma, y yo...yo no quiero más esto- dijo angustiado.

-Lo se hijo.

- Yo quiero ayudar con la búsqueda de Raúl- nombrarlo ya no dolía, ni punzaba su pecho. Lo había superado, había perdonado y dejado ir....como su Amanda le recomendó-, podría ser una carnada para su juego, es a mi quien quiere. No puedo vivir así en la ignorancia. Necesito enfrentar mi realidad. No quiero esconderme.

-Sabes Simón que siempre deje que soluciones tus problemas sin intervenir a menos que tú me lo pidas. Pero este dilema supera a cualquiera. ¿Y si al venir también poner en riesgo la vida de Amanda?- dijo como pensando al pasar. Lo que hizo instantáneamente pensar las probabilidades y la certeza de sus pensamientos ¿y si alguien la había lastimado a propósito? ¿y si era por su culpa?. No podía ser que todo lo que se relacionaba entre ellos dos siempre tenía como víctima a su amada. A quien le debía todo, porque ella había sido su cable a tierra desde el primer día en que él pisó esa escuela donde la conoció. Ella había estado en cada sesión con el psicólogo. Ella había sido tema de conversación con sus amigos y es su familia. Y no otras a quien no molestaba. Pero todos sabían que Amanda era parte de la vida de simón como si ella fuera el sol y él ,el planeta tierra y solo podía girar a su alrededor. Pero el nublado por sus problemas se desquitaba y no podría ver la realidad. Hasta que la venda que nublaba su mente cayó. Ahora sabía qué hacer y que quería y eso era verla feliz a ella. Se lo debía.

- Esta bien, solo un tiempo más. No se cuanto más voy a aguantar. Ya estoy cansado. Quiero que me tengas al tanto de la salud de Amanda y que lo que ella necesite me lo hagan saber y otro favor, necesito que intercedas por mí y pidas disculpas de mi parte a Víctor y a Julia. Yo ya lo he intentado. Pero sin éxito. Se puso furioso cuando me vio... Ves también necesito solucionar ese tema...y con Amanda que no sé qué nos pasó... y que pasó con ella...-

Y QUÉ...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora