Amanda se despertó esa mañana de sábado con un beso de su hermana quien se tiro encima de ella gritando como loca, un poco divertida y otro poco en venganza por cada vez que la había despertado en el año; con sus melodías a toda voz.
-¡¡¡Estoy feliz, ya estas grande, mi chiquita!!!- dijo Sara
-shhhhh. , no ves que estoy durmiendo- se quejo su hermana.
-Como podes dormir tan tranquila. Hoy es tu fiestaaa, muero por verte entrar por la puerta grande con la música sonando, las luces alumbrándote, tan esplendida. Y aquíiiii...- dijo imitando a un presentador y moviendo sus brazos- la señorita Amanda O'conell, señores y señoras....siii, aplausos!!!- mientras gesticulaba con su boca hacia sonidos de bulla como si la gente gritara y la abrazo. Estoy feliz por vos Ama.
-mmm, gracias. shhh .gracias!!
- ¿Qué pasa no estas felíz y emocionada?
-mm aja si lo estoy.
-y bueno! díselo a tu cara y a tu cuerpo- dijo ya enfadándose..
-Después, cuando me despierte ¿puede ser?- contesto Amanda con vos ronca. De dormida.
- Que te pasa Ama?, vos no sos así, siempre te levantas feliz, demasiado para mi gusto. y aunque en este momento estoy disfrutando el echo de que hoy te molesto yo. Presiento que algo te pasa. ¿Estas muy nerviosa?
-No.-sus ojos seguían cerrados aunque Sara no lo veía, porque su hermana mantenía su cara enterrada en la almohada.
-¿Te queda mal el vestido?
- No. Estoy bien!-
-eh!! dijo pensando más detalladamente, minuciosamente sobre los detalles de vida de su pequeña hermana.- ¿Te toco entrar con alguien que no es de tu agrado?- Amanda hiso un silencio que lo dijo todo-¿ Con quien te toco entrar?- silencio- Amanda contéstame- insistió la muchacha.
-Déjame dormir Sari.
-No, decime, porque de todas maneras lo voy a averiguar y va a ser peor, lo sabes- la amenazo- ¿quien es?.
-Hay Dios Sara, ¿no te cansas de hablar?
-No, decime-contesto desafiante.
Y luego de un rato, se dio por vencida, era mejor temprano que tarde y no tenia sentido alargar tanto esta charla.- No me desagrada, te aclaro-comento bobaliconamente.
-Bueno, eso no es malo, entonces...?
-o si, -agrego Amanda dejándola muy confusa.
- a ver , ponete de acuerdo, me estas mareando con tanto misterio. ¿Quién es?.
Y tapándose la cara con la almohada, rendida a su hermana le confeso lo que tenia que decir. ...
-Simón Becker- Sara abrió los ojos y mordió sus labios en señal de condolencias-
- Ese idiota, uh! lo siento tanto hermana!, pero sabes, no te preocupes, tal vez no valla, además la entrada es rápida y vos vas a estar tan bella... el es un energúmeno y pronto te lo sacaras de encima o... ¿no?- termino diciendo, arrugando la frente, su ceño, es que no estaba entendiendo.
Amanda hizo un suspiro largo y confeso su infortunio- Me gusta !!, creo que lo quiero!- soltó con la sencillez que la carectiza. Era la primera vez que lo decía en vos alta.
Ahora el silencio lo hizo Sara. Amanda pensó que se había retirado de su habitación, y bajo la almohada hasta su pecho y ahí, estaba su hermana mayor con la boca bien abierta y sus ojos grandes con expresión incrédula y luego de su perplejidad y de darle vueltas en su cabeza a la situación, se sentó cerca de ella, sobre la cama y le dijo.
-No entiendo, ¿es otro Simón el que te gusta o es el Simón idiota que conozco, ese que siempre te molestaba?
Amanda largo una sonrisa divertida - El único Simón Becker, no hay otro.
-¿vos te volviste loca? dijo tocándole la frente por si tenia temperatura o fiebre.
-Puede ser... creo que si.
-¿porque, te gusta ese sujeto? siempre me decías de lo mucho que lo odiabas. Una vez me lo cruce y casi lo agarro a trompadas por molestarte ¿te acordes?, decí que Dante me trajo de nuevo a casa. Casi termino presa. ¿Amanda que es lo que te gusta de este engendro? No entiendo.
-Yo...yo, no se estoy confundida, Él me confunde, me atrae, de todas formas siempre me encanto, solo que nunca me atreví a decirlo y además siempre se porto como un cretino.
-Ay Dios hermanita!! -dijo agarrándose la cabeza con las dos manos- bueno sabes después de la fiesta casi que no vas a volver a verlo, lo vas a olvidar, te vas conmigo a estudiar y chau, vas a encontrar el príncipe azul, verde, rojo, del color que quieras. Porque ÉL si alguna vez llega a ser príncipe será, pero de color negro- y eso provoco que las dos terminen riendo a carcajadas en la cama, además la charla continuo, eso significa que terminaron con la panza y la mandíbula dolorida de tanto reír.
-Pobre Simón- dijo Amanda, llorando de la risa, cuando su hermana no dejaba de bromear sobre ËL.
Simón no llego a la hora estipulada, llego media hora antes y es que a pesar de todo, moría por verla, olerla, sentirla, llevársela, pero no a esa fiesta, sino lejos a otro lugar, a otro mundo.
Cuando golpeo la puerta y Sara abrió, no pudo, no largar una sonrisa, recordando todo lo hablado a la mañana y pego un grito- Ama... llego el príncipe!- y lo enfrento con media mala cara y le dijo, pasa, ya viene, te voy a aclarar algo engendro, si la llegas a hacer pasar un mal momento me la vas a pagar. Esta vez no te salvas!!- y termino su discurso con una sonrisa de venganza y na mirada penetrante ya que enseguida llegaron sus padres emocionados. Les alegraba tanto que sea Él quien llevaba a su hija a la fiesta. Lo volvieron loco por la alegría, lo abrazaban, le ofrecían bebidas o lo que sea, le hacían cumplidos por su vestimenta y apariencia, Él disfrutaba de su atención, lo hacia sentir importante, querido, de la familia. Estaba muy nervioso, esperando verla, solo eso, era suficiente para calmar su mal humor, su soledad y hundir sus pesadillas.
De repente Amanda salió de detrás de la puerta del living. Hermosa, era una palabra que le quedaba pequeña. Un vestido azul Francia elegante, surcaba su cintura, ajustaba el cuerpo, marcaba sus perfectas curvas, el largo le llegaba hasta suelo , pero un tajo hacia su entrada hasta el principio de sus largas piernas, un hombro quedaba totalmente desnudo, su espalda descubierta y su pelo recogido a excepción de unos estudiados mechones que se caían con parsimonia y delicadeza.
Simón sintió que se desmayaba, no sabia si reír o ir y comerle la boca de un beso aunque todos observaran. Pero se contuvo. Solo pensaba en las ganas de secuestrarla que le habían dado. La noche iba a ser difícil para mantenerse alejado.
-¡Perfecta!!- se escucho diciendo anonadado y haciendo contacto con su mirada ardiente, la deseaba.
-¡¡Gracias!!- respondió tímidamente con una sonrisa astuta, -vos también estas estupendo!!- agrego, conteniendo el aire, solo ellos se veían a si mismo, no veían nada mas..
Su familia se extraño, de esa tensión que se sentía en el aire y Sara recapitulo todo y supo que algo pasaba entre esos dos. No era solo Amanda la que estaba muerta de amor, en ÉL pudo percibir los mismos sentimientos . A su hermana le gustaba el chico malo. Este la miraba con ojos de amor, así como se como miran realmente los que aman. Solo existían ellos dos.
-vamos- dijo Amanda.
-Esta bien!- solo acoto Simón embelesado, embrujado por esa mujer. Él tomo su mano que le estaba transpirando de los nervios por la atracción y la tensión y no quiso soltarla nunca más. Solo podía recordarle a cada momento lo perfecta que estaba, es que no encontraba otra palabra que la definiera. No quiso separarse de ella, lo hacia sentir vivo, felíz, la quería solo para Él. Bailaron juntos toda la noche, después de las fotos y todo el protocolo establecido para ese tipo de celebraciones, que realmente a Él y a ella, los tenia sin cuidado.
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Y QUÉ...?
Romance"el amor ahuyenta al miedo y recíprocamente El miedo, ahuyenta al amor. Y no solamente al amor expulsa el miedo, También a la inteligencia,la bondad, Todo pensamiento de belleza y verdad, Y solo queda la desesperación muda, Y al final el miedo lleg...